Conforme a la voluntad de nuestro Dios recibiremos su bendición, porque Él es un Dios justo para con nosotros, que observa nuestras obras y conoce nuestras intenciones. La Biblia nos enseña que Dios no es injusto para olvidar nuestra obra y el amor que hemos mostrado hacia su nombre. Por eso podemos confiar en que Él nos premiará conforme a nuestra justicia y nos sostendrá en los momentos más difíciles, cuando nuestras fuerzas humanas parecen agotarse.
Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.Salmos 18:20
El salmista David hace aquí una declaración profunda. No habla desde la arrogancia ni desde un espíritu de autoexaltación, sino desde la confianza en un Dios que ve el corazón. David sabía que el Señor recompensa al que le busca con sinceridad, y por eso podía afirmar que había recibido de Dios conforme a la limpieza de sus manos. Es una invitación para nosotros a vivir con integridad, a procurar siempre la santidad, recordando que lo que hacemos en secreto, Dios lo ve en lo alto.
Lo admirable de David es que exaltaba y glorificaba al Señor en todo momento, aun en medio de sus pruebas. Él no esperaba estar libre de dificultades para levantar su voz en alabanza. Su anhelo hacia Dios era tan grande que incluso en sus momentos de dolor encontraba razones para adorar. Esta actitud nos enseña que la verdadera fe se demuestra cuando, a pesar de las circunstancias, seguimos confiando y adorando a nuestro Dios.
Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.Salmos 18:21
El compromiso de David era firme: guardar los caminos de Jehová. Para él, obedecer los estatutos divinos no era una carga, sino un privilegio. Entendía que caminar en obediencia era la manera de agradar al Señor y experimentar su favor. Por eso declaró con convicción que no se apartó impíamente de su Dios. Esta fidelidad debe inspirarnos a nosotros hoy, en un mundo donde la tentación de desviarse es tan grande. Permanecer en los caminos del Señor requiere valentía y determinación, pero sobre todo amor genuino hacia nuestro Creador.
Muchas veces nos desanimamos cuando vemos a personas que prosperan en maldad, mientras que los justos enfrentan pruebas y dificultades. Pero la Escritura nos recuerda que la recompensa no siempre es inmediata, sino que llegará en el tiempo perfecto de Dios. Él es fiel y justo, y todo lo que hagamos para Él tendrá su galardón. Así como David experimentó el respaldo divino en medio de las batallas, también nosotros podemos confiar en que el Señor estará con nosotros en nuestras luchas personales.
Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.Salmos 18:22
David tenía siempre presente los juicios de Dios, y por eso no se apartaba de sus estatutos. Esta es una enseñanza vital para nuestra vida cristiana: mantener la Palabra de Dios como norma en todo momento. La Biblia no debe ser un libro que leemos de manera ocasional, sino la guía diaria que orienta nuestras decisiones, palabras y pensamientos. Cuando hacemos de la Palabra nuestro fundamento, estamos construyendo sobre roca firme, y aunque vengan tormentas, nuestra fe permanecerá inquebrantable.
El Señor nunca abandona al justo. Así como estuvo con David en sus momentos críticos, también está con nosotros hoy. Él pelea nuestras batallas, nos da nuevas fuerzas cuando estamos débiles y nos ayuda a seguir adelante. Es cierto que vendrán días en los que sentiremos que no podemos más, pero en esos momentos debemos levantar nuestras manos y clamar al cielo, sabiendo que nuestro auxilio viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
Querido lector, mantente recto en los caminos del Señor. No te desanimes cuando las pruebas lleguen, porque Dios usa esas dificultades para fortalecerte y mostrar su gloria en tu vida. Guarda sus mandamientos, confía en sus promesas y recuerda que Él es justo y galardonador. Así como David pudo declarar que el Señor le recompensó conforme a la limpieza de sus manos, un día también tú podrás testificar de la fidelidad de Dios y de cómo su justicia se manifestó en tu vida.