El Señor nunca se apartará del justo, porque Dios tiene misericordia de él, siempre estará pendiente y peleará por ellos, no le dejará caer, sino que le dará nuevas fuerzas para que pueda seguir hacia adelante.
Siempre debemos estar confiados en Dios en que Él nos ayudará en todo momento, pero recordemos que Dios a veces permite que vengan pruebas a nuestras vidas, con el propósito de que entendamos que Él es Dios.
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
Salmos 55:22
Cuando comenzamos a leer el capítulo 55 del libro de los salmos, allí nos encontraremos con un sinnúmero de peticiones hechas por el Salmista David pidiéndole a Dios que le ayudara y le librara de sus enemigos.
Cada día se multiplicaban los adversarios de David que querían destruirle, y es por esta razón que David pide al Señor su protección para que Dios le cubra cada día. Este gran hombre de Dios siempre clamaba a Dios en sus momentos de aflicción para que el Señor fortaleciera su vida.
¿Qué pasa cuando depositamos nuestras cargas o problemas en las manos de Dios? Dios se encarga de todo lo que nos hace falta y nos ayuda tanto en lo material como en lo espiritual, porque Dios ha prometido no dejar caído al justo.
Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
Pero yo en ti confiaré.
Salmos 55:23
Dios se encargará de todos aquellos que quieran hacerle daño al justo, porque Él conoce todo sobre nosotros y conoce nuestras intenciones. Dios es nuestro creador, así que confiemos en Dios. Debemos depositar nuestras cargas en Él.
