Seremos semejantes a Él

Somos llamados por Dios para que podamos alcanzar la estatura del varón perfecto. Este llamado no se refiere a una perfección humana alcanzada por méritos propios, sino a una transformación espiritual que comienza desde el momento en que recibimos a Cristo y que culminará cuando Él regrese por su iglesia. ¿Cómo podemos obtener esta perfección? Una de las formas más claras es dejando el mundo y sus deseos, apartándonos de toda práctica de pecado y viviendo en obediencia a la Palabra de Dios. No es un proceso fácil, pero sí posible por la gracia y el poder del Espíritu Santo que obra en nosotros.

Recordemos que después que Jesús venga a buscar a su pueblo y seamos arrebatados, nuestros cuerpos serán glorificados y alcanzaremos la estatura del varón perfecto. Esta es una promesa firme que la Biblia nos asegura: lo corruptible se vestirá de incorrupción y lo mortal de inmortalidad. Ya no habrá debilidad, pecado ni enfermedad, sino que seremos transformados a la imagen de nuestro Salvador. Esa esperanza es la que nos sostiene en medio de las pruebas y nos impulsa a vivir una vida santa en este mundo.

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,

para que seamos llamados hijos de Dios;

por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

1 Juan 3:1

El apóstol Juan nos recuerda que somos llamados hijos de Dios, y esta es una de las mayores expresiones del amor del Padre. No éramos dignos, pero Él nos adoptó y nos dio una identidad nueva. El mundo no entiende esto, porque no conoce a Dios, y por lo tanto tampoco comprende la vida de sus hijos. Así como el mundo no reconoció a Cristo, tampoco reconoce a quienes viven conforme a su voluntad. Pero esta incomprensión no debe desanimarnos, sino confirmar que realmente pertenecemos al Señor.

Una verdad poderosa es que todo aquel que ha conocido al Padre porta su amor. Porque Dios es amor, y ese mismo amor se derrama en nuestros corazones cuando nacemos de nuevo. Aquellos que no han conocido a Dios carecen de ese amor genuino, pero cuando el amor de Cristo entra en sus vidas, sus corazones son transformados. Así, no solo llegan a conocer al Padre, sino que también reconocen y aman a los hijos de Dios. El amor es la marca que distingue a los verdaderos discípulos de Jesús.

Amados, ahora somos hijos de Dios,

y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;

pero sabemos que cuando él se manifieste,

seremos semejantes a él,

porque le veremos tal como él es.

1 Juan 3:2

Esta es una de las promesas más gloriosas de la Escritura: aunque todavía no podemos comprender en su totalidad lo que seremos, tenemos la seguridad de que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él. Esto no significa que seremos dioses, sino que nuestra naturaleza será transformada y purificada completamente, reflejando la gloria de Cristo. El anhelo de todo creyente es ver al Señor cara a cara, y la certeza de que un día esto sucederá nos da fuerzas para perseverar en medio de las dificultades de la vida presente.

Y todo aquel que tiene esta esperanza en él,

se purifica a sí mismo, así como él es puro.

1 Juan 3:3

El que tiene esta esperanza viva no se conforma con una vida de mediocridad espiritual, sino que se esfuerza por purificarse a sí mismo. Esto no significa que nos salvamos por nuestras obras, sino que la esperanza en Cristo produce un estilo de vida santo. El que espera la venida del Señor se aparta del pecado, busca agradarle y manifiesta el amor de Dios en cada acción. La pureza es una consecuencia natural de la esperanza, porque al esperar ver al Señor, nuestro corazón se prepara para ese encuentro glorioso.

En conclusión, la estatura del varón perfecto no se alcanza por logros humanos, sino por la obra transformadora de Dios en nosotros. Ya somos hijos de Dios por su gracia, y aunque todavía no se ha manifestado lo que hemos de ser, aguardamos confiados en que seremos semejantes a Cristo. Mientras tanto, vivamos en santidad, amando a Dios y a nuestro prójimo, purificándonos cada día en la esperanza de aquel glorioso día en que veremos al Señor tal como Él es.

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