¿Con qué limpiará el joven su camino?

La juventud es una etapa hermosa de la vida, llena de sueños, metas y oportunidades, pero también es un tiempo de grandes desafíos y tentaciones. Muchas veces, los jóvenes se ven presionados por el mundo a seguir caminos equivocados, creyendo que allí encontrarán libertad o diversión, pero al final solo descubren vacío y dolor. Sin embargo, la Biblia nos recuerda que hay una forma segura de limpiar el camino y encontrar propósito verdadero: guardar la Palabra de Dios en el corazón.

Una de las formas para que el joven limpie su camino, es entregándose al Señor con todo su corazón, cuerpo, alma, y espíritu, y tener en cuenta que debe seguir Sus estatutos para que todo en su vida sea diferente.

Cuando un joven anda en malos pasos todo le va mal, creyendo que está haciendo lo correcto, pero muchas personas señalan a estos jóvenes dando a entender que su vida está mal y que todo lo que hacen es para hacerle daño a los demás.

¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.

Salmos 119:9

Gran parte de la juventud de hoy en día solo piensa en andar haciendo todo lo que le pasa por la mente, sus pensamientos están puestos en robar, matar, cometer todo tipo de atrocidades, lo cual termina destruyendo sus vidas por tales causas.

Pero algo que debe pasar con la juventud, es que el joven debe apartase de sus malos caminos y guardar la palabra de Dios en su corazón, porque inmediatamente los jóvenes comiencen a guardar la Palabra de Dios en su corazón, todo cambiará en su vida.

Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.

Salmos 119:10

Es importante escuchar estas hermosas palabras dichas por el escritor de este capítulo, dando a entender que él siempre está buscando de Dios, pero él le pide al Señor que no le deje desviarse de los pensamientos del Señor, pero menciona una palabra importante donde dice que él le está buscando con todo su corazón.

En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.

Salmos 119:11

Así como este hombre guarda los estatutos del Señor con su corazón para no pecar contra él, también debe el joven guardar la Palabra de Dios en lo más profundo de su corazón.

Joven, es importante que cada día que pasa guardes la Palabra de Dios en lo más profundo de tu corazón, para cuando vengan los tiempos malos, las pruebas y ataques del enemigo, tengas fuerzas para poder seguir hacia adelante en el nombre del Dios todopoderoso.

Además, guardar la Palabra en el corazón no es un acto pasajero, sino un estilo de vida. Significa leer la Biblia con frecuencia, meditar en ella y poner en práctica sus enseñanzas. La disciplina espiritual de orar y buscar de Dios cada día fortalece al joven para que no caiga en la tentación. La diferencia entre un joven que se aferra a la Palabra y uno que la ignora es evidente: el primero camina con sabiduría y esperanza, mientras que el segundo se pierde en la confusión del mundo.

Muchos jóvenes hoy buscan sentido en amistades pasajeras, en las redes sociales, en el dinero o en la fama, pero nada de eso llena el corazón como lo hace la presencia de Dios. Cuando decides buscarle con sinceridad, Él responde y transforma tu vida de una manera que el mundo jamás podrá hacerlo. Por eso, la exhortación bíblica sigue siendo actual: aparta tu vida para el Señor, y descubrirás que los verdaderos sueños y metas solo se alcanzan con Su dirección.

Si bien el camino de la juventud está lleno de tentaciones, también está lleno de oportunidades para glorificar a Dios. Cada decisión tomada en obediencia a la Palabra es una semilla que dará fruto en el futuro. El joven que hoy elige honrar a Dios con su vida, mañana será un adulto firme, un ejemplo para otros y un instrumento útil en las manos del Señor.

Conclusión: Querido joven, no te dejes engañar por los placeres momentáneos de este mundo. Limpia tu camino guardando la Palabra de Dios, búscale con todo tu corazón y haz de Sus mandamientos la guía de tu vida. Así, cuando lleguen los tiempos difíciles, tendrás una roca firme sobre la cual sostenerte, y tu vida será un testimonio vivo de que Cristo sigue transformando corazones.

El camino de los impíos les hace errar
No nos ha dado Dios espíritu de cobardía