Vivimos en un mundo donde la maldad cada día crece más y más. Basta con observar las noticias, las conversaciones diarias o lo que ocurre en nuestras comunidades para darnos cuenta de que la maldad está presente en todas partes. La vemos en nuestras escuelas, donde la violencia, el bullying y la falta de respeto se han normalizado. La vemos en las universidades, donde muchas veces el conocimiento se levanta contra la verdad de Dios. La vemos en las calles, en la corrupción de los gobiernos, en los fraudes en los trabajos y en la injusticia social. Por todas partes encontramos personas que han perdido la sensibilidad y la humanidad. Es un descontrol total, como si el mundo estuviera colapsando, y la verdad es que lo está. Jesús mismo profetizó que en los últimos tiempos la maldad se multiplicaría y el amor de muchos se enfriaría (Mateo 24:12). Entonces surge la pregunta: ¿qué hacemos nosotros como pueblo de Dios frente a esta realidad?
La respuesta no es aislarnos ni escondernos, sino levantar la luz del evangelio en medio de la oscuridad. Debemos tomar la Biblia y enseñarla primero en nuestros hogares, para que nuestras familias crezcan en la verdad. Debemos tomar dominio y control espiritual en oración, porque esta sociedad va camino al declive y solo la Palabra de Dios puede detener la decadencia moral. Nuestra responsabilidad es predicar la Biblia con amor y firmeza, anunciando que la esperanza no está en sistemas humanos, sino en Cristo. El salmista comprendió esta necesidad, y por eso escribió:
35 Guíame por la senda de tus mandamientos,
Porque en ella tengo mi voluntad.36 Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino.Salmos 119:35-37
Debemos tomar la Biblia en nuestras manos y pedirle a Dios que nos guíe a través de ella. No podemos caminar a ciegas ni dejarnos arrastrar por las corrientes de este mundo. La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2), y aunque a veces resulte contraria a los deseos de la sociedad, es la única senda segura. En medio de tanta calamidad debemos poner nuestros ojos donde realmente deben estar: en Cristo, autor y consumador de la fe. El Señor nos llama a fijar nuestra mirada en lo eterno, y no en lo pasajero.
La Biblia está llena de ejemplos de hombres de Dios que vivieron en medio de tiempos difíciles, rodeados de pecado y corrupción, pero que permanecieron fieles. José vivió en Egipto, una nación llena de idolatría, pero se mantuvo íntegro delante del Señor. Daniel y sus amigos fueron llevados cautivos a Babilonia, un imperio pagano, pero no se contaminaron con sus prácticas. Elías enfrentó a una generación dominada por la idolatría de Baal, y aun así fue sostenido por Dios. Todos estos hombres tenían algo en común: su fortaleza no estaba en sí mismos, sino en el Dios del cielo. Y ese mismo Dios es al que servimos hoy, el que tiene poder para guardarnos firmes hasta el día de su venida.
Amados hermanos, frente al avance de la maldad no podemos desanimarnos ni conformarnos. Debemos redoblar nuestra fe y clamar como el salmista: “Guíame por la senda de tus mandamientos”. Que esta sea nuestra oración constante, no solo para el próximo año, sino para cada día de nuestras vidas. Que Dios bendiga nuestros hogares, fortalezca nuestra fe y nos ayude a vivir apartados de la vanidad del mundo. Y que cada vez más nos acerquemos a Él, sabiendo que pronto vendrá por su iglesia. Mientras tanto, seamos sal y luz en medio de esta generación torcida, confiando en que aquel que comenzó la buena obra en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
8 comments on “Inclina mi corazón a tus testimonios”
LEANBLA SANTA BIBLIA!!!
Es palabra de DIOS buena y perfecta.
TE ALABO DIOS-PADRE MÍO!
Amén
Que dios los bendiga a todos los hermanos y soy una sirva de dios estoy apartada pero yo tengo conocimiento de dios me estoy a cercandome a dios otravez yo le pido a mi dios poderoso que oren pol mi Gran familias
Jesús mi Rey mi señor te doy gloria este día te adoro eres grande y poderoso y perfecto te ruego mi señor que oy tomes mi vida en tus manos
TAnbien aumenta mi fe para estar confiada se que mi vida está en tus manos y mi familia esta cubierta por tu mano y que pase lo que pase en todo tu tienes el control
Y puedo estar confiada Grasias mi señor
AMÉN DIOS LOS BENDIGA GRACIAS MI JESÚS POR OTRO DIA MÁS DE VIDA SOLO CONFIO EN TI NUNCA HE DEJADO DE TENER FE AL CONTRARIO EN LOS PROBLEMAS ME AYUDA CRECER EN LO ESPIRITUAL PODER ENSEÑAR A MI FAMILIA EL TEMOR Y RESPETO A DIOS MIS HIJOS QUE TE BUSCAN HA SIDO UNA BENDICIÓN TE ALABO ERES MI GUIA «CRISTO VIVE» DIOS LOS BENDIGA
Si mi Dios cuidanos y guianos tu diestra nos sostenga sobre todo a mi hija y su familia gloria a ti Jehova todopoderoso bendicenos amen
11-20-2020
Buen Día:
Alabó a mi Dios por su amor, paciencia, misericordia y perdón para conmigo, le suplico me ayude a cruzar este camino que está lleno de tantas atracciones tomada de su mano y así poder vencer y llegar al final para poder encontrarme con El. Es mi deseo y oración en esta mañana.
Feliz día! Dios les cuide y bendiga.
Amén, muchas gracias Hermanos . Si solo la Palabra de Dios es nuestra guía y a través de Ella recibimos toda la fuerza, que necesitamos. Bendiciones Amados un gran abrazo Familia .
Seamos Como el Salmista David que El le pedía a DIOS que lo guiara Y que no callera en La Vanidad queridos hermanos tengamos mucha fe en DIOS y confianza que él nos librará del Mal amén❤️