Las riquezas pueden ser el peor de los males cuando gobiernan el corazón del hombre, pero también pueden convertirse en un gran bien cuando son administradas con sabiduría y usadas para bendecir a la familia y ayudar a las personas que se encuentran en precariedad. No hay duda de que el dinero es una herramienta poderosa, pero su valor depende de la forma en que se use. Si se utiliza solo para el orgullo y la vanagloria personal, se convierte en tropiezo; si, en cambio, se emplea para el bien y la justicia, puede traer alivio a muchos. Sin embargo, hay una verdad que nunca debemos olvidar: estas riquezas se pueden terminar, porque todo lo material es pasajero. Existe una frase muy conocida que resume esta realidad, posiblemente inspirada en el espíritu de los proverbios: «Nada dura para siempre».
En el mundo abundan las personas presumidas que, al alcanzar una posición económica privilegiada, se olvidan de quienes están en necesidad. Piensan que esas riquezas les durarán para siempre o incluso que podrán llevárselas después de su muerte. Pero amigos, nada de lo que tenemos es eterno. La Biblia nos recuerda con claridad que desnudos venimos al mundo y desnudos nos iremos (Job 1:21). El ejemplo de Job es contundente: él tenía todas las riquezas que un hombre podía desear, además de una familia estable y buena salud. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, todo le fue quitado. Su historia nos enseña que la estabilidad humana es frágil y que la verdadera seguridad solo se encuentra en Dios. Todo lo que poseemos en esta vida puede desvanecerse, y debemos estar preparados para enfrentar esa realidad.
El proverbista dijo:
Por otro lado, el proverbista también dice:
23 Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus rebaños;24 Porque las riquezas no duran para siempre;
¿Y será la corona para perpetuas generaciones?25 Saldrá la grama, aparecerá la hierba,
Y se segarán las hierbas de los montes.Proverbios 27:23-25
Este pasaje nos enseña la importancia de la diligencia y la buena administración. No basta con recibir bendiciones, también debemos cuidarlas. El proverbista compara las riquezas con el pasto y la hierba: aparecen por un tiempo, pero luego se secan y desaparecen. Así son los bienes de esta tierra: temporales y frágiles. Por eso la Palabra nos exhorta a mirar con cuidado por nuestros “rebaños”, es decir, a ser responsables con lo que Dios nos ha dado. La falta de sabiduría y la mala administración pueden llevarnos a perder todo en poco tiempo. La Biblia no condena las riquezas en sí mismas, sino la necedad de confiar en ellas y el pecado de usarlas mal.
La enseñanza es clara: debemos mantener lo que tenemos con prudencia, porque todo pasa. No podemos gastar y gastar sin pensar en el mañana, como si los recursos fueran infinitos. Las fortunas se terminan, y eso es una verdad que la historia humana ha confirmado una y otra vez. Reyes, imperios y grandes comerciantes que parecían invencibles cayeron en la ruina, porque todo lo terrenal es efímero. Por esta misma razón debemos ser lo suficientemente sabios para que, cuando lleguen los días difíciles, tengamos en qué sostenernos. Más aún, debemos invertir en lo eterno, porque Jesús dijo: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino hacéos tesoros en el cielo” (Mateo 6:19-20). Esa es la única riqueza que no perece.
En conclusión, las riquezas terrenales son pasajeras, pero si las usamos con justicia y diligencia, pueden ser instrumentos de bendición. La verdadera prosperidad no se mide en bienes acumulados, sino en la capacidad de vivir con gratitud, ayudar al prójimo y confiar en el Señor. Lo poco con justicia es más valioso que lo mucho con maldad, porque lo primero permanece delante de Dios, mientras que lo segundo se desvanece como humo. Vivamos entonces como buenos administradores, recordando siempre que lo eterno está en Cristo, y que nada en este mundo dura para siempre.
11 comments on “Las riquezas no duran para siempre”
La sabiduría de la Palabra de Dios es infinita, pues como dice el Salvador: almacenad tesoros en el Cielo, porque donde tengas tu tesoro ahí tendréis vuestro corazón, Mateo 6:21
Hermosa esa palabra y es muy cierto nuestro tesoro principal y unico esta con nuestro Dios
Muy buena la palabra del día .
Quisiera resivir mensajes diarios con versos bíblicos y no muy largos.
AMÉN DIOS LOS BENDIGA SIEMPRE HE DICHO VIVIR HOY ES COMO UN DIA MENOS NO AFANARME DE NADA DIOS ME TIENE AQUI YO PODER DISFRUTAR DE LO QUE TENGO Y SOY CONFORME MIS PLANES Y TIEMPO LO QUE SEA DE DIOS SEGUIR BUSCANDO APRENDER MÁS DE LA SANTA PALABRA ES HERMOSO VIVIR TRANQUILA CON LA GUIA DE DIOS QUE SEA TU VOLUNTAD MI DIA Y LA DE MI FAMILIA TE ALABO Y TE GLORIFICO DIOS LOS BENDIGA
Gracias Jehova padre amoroso cuidanos sobre todo a mi hija y su familia sostennos del pan necesario y tu musericordia siempre este con nosotros gracias gloria a tu nombre amen amen
AMÉN!! EATO ME HA GUSTADO MUCHO: ALMACENAD TESOROS EN EL CIELO, ES LO CORRECTO Y MEJOR DE HACER. GLORIA DIOS❤️
Ciertamente las riquezas materiales son necesarias para nuestro diario vivir. Más importante las espirituales q no debemos descuidar. Y nuestra salud física? Cuán importante es no descuidarla. En ocasiones, como disfrutamos de buena salud, abusamos de ella, y de momento, nos llega un aviso, un toque de peligro porque no nos preparamos para enfrentar este tipo de situación junto a la familia. Pidamos a nuestro Dios que mantengamos nuestra fe legitima en El. Bendiciones para todos.
10-29-2020
Buen día!
Debemos de estar satisfechos con tener una vida con una situación económica solvente con la cual podamos suplir nuestras necesidades primordiales como ser casa, alimentación, educación para nuestros hijos, vestuario, gastos médicos inesperados y poder ahorrar alguna cantidad para lo inesperado. A esto yo considero una bendición de Dios.
La riqueza nos conduce a ser ambiciosos, codiciosos y egoístas, entre más tenemos más queremos y nos conduce a olvidamos de Dios, nosotros mismos, nuestras familias y de los demás por estar dedicados acumular. Esto no nos permite ser felices, ni hacer felices a los demás. Morimos dejando miles y miles acumulados sin haberlos disfrutado, compartido con nuestras familias, ni ayudado al necesitado como Dios lo desea y con un corazón vacío sin la presencia de amor a Dios y nuestro prójimo.
Preocupémonos diariamente por obtener la riqueza espiritual que es muy simple de obtener, orando y leyendo las Sagradas Escrituras.
Feliz Día, Dios les cuide y bendiga.
Bendiciones Hermanos y gracias por la Palabra tan necesaria : sabiduría para administrar , todos los bienes recibidos de Dios . Un abrazo bien grande Hermanos .
Queridos hermanos Tenemos que ser agradecidos por lo poco o lo mucho que tenemos Siempre hay que darle Gracias a Nuestro DIOS porque él Es el que nos mira cada día Si estamos haciendo mal O estamos Haciendo Bien no seamos Malos con nuestros Progimos