Hay dos factores que van de la mano en la vida de un cristiano y son «paciencia» y «oración». Sin duda alguna, Jesús instó a sus discípulos a que vivan una vida de oración, ¿Por qué? La respuesta es sencilla: «Para que no caigan en tentación» (Mateo 26:41). Es muy cierto que cuando nos descuidamos de la oración, tendemos a caer muy rápido en cosas que a Dios no le agradan, sin embargo, cuando mantenemos una vida de oración, nos recordamos que tenemos que poner todo en las manos de Dios.
La Biblia dice en el Libro de Santiago 5:
7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.
8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Santiago 5:7-8
Ya hemos escrito un poco sobre la oración, pero, la paciencia es otra cosa que debemos tener al momento en que oramos, y en cualquier otra área de la vida. El apóstol dice: «Tened paciencia hasta la venida del Señor». Hay momentos en los que nos encontramos en problemas familiares, batallas espirituales y cualquier otra cosa del día a día, y oramos al Señor, pero muchas veces perdemos la paciencia en lo absoluto, y eso no debe ser así, es vital que mantengamos la paciencia hasta el día en que nuestro Amado Señor Jesucristo se manifiesta en la tierra.
El apóstol Santiago pone otro ejemplo con aquellas personas que labran la tierra, ellos siembran, pero no todo está en sembrar, ellos tienen que esperar el precioso fruto de la tierra, deben esperar en la lluvia temprana y tardía. Y les aseguro que los labradores muchas veces pierden su cosecha, simplemente por algún factor de la naturaleza. De la misma manera nosotros querido lector, tenemos que ser paciente en la profesión que llevamos, la cual es seguir a Jesucristo, pues algún día segaremos.
Aguardemos con paciencia la carrera de la fe, pues, cuando nuestro Señor Jesucristo nos sea manifestado, disfrutaremos de una gloria incomparable, de la cual no todo el mundo participará.