Cuando estás pasando momentos difíciles

Hay momentos en los cuales llega el desaliento a nuestro espíritu y sentimos que Dios no está con nosotros, sin embargo no es así, debemos confiar cada día en que Él esta a nuestro rededor, y que nos cuidará y nos protegerá en cualquier situación que nos encontremos. Como lo dice en su palabra en el libro de los salmos:

1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Salmo 23:1-4

El Salmo 23 es uno de los pasajes más conocidos y amados de toda la Biblia, porque refleja la relación íntima entre Dios y sus hijos. Cuando el salmista dice que Jehová es su pastor, nos recuerda que no estamos solos en este caminar. Un pastor cuida de cada oveja, la guía, la alimenta y la protege de todo peligro. Así es el Señor con nosotros: un Padre amoroso que provee lo que necesitamos en el momento oportuno.

Cuando lleguen dificultades a tu vida siempre piensa en Aquel que te escogió y te dijo que vengas con todas tus cargas y Él te hará descansar. Si Él te llamó, Él te va a fortalecer y te cuidará en cualquier situación en que te encuentres.

La vida cristiana no está exenta de pruebas, pero en medio de ellas podemos hallar descanso en Cristo. Sus palabras en Mateo 11:28: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”, nos aseguran que no tenemos que enfrentar los problemas con nuestras propias fuerzas. Él nos sostiene con su gracia y nos fortalece para seguir adelante, aun cuando sentimos que no podemos más.

También podemos ver una cita bíblica que Jesús dijo cuando iba a partir de esta tierra.

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:

Juan 14:16

Aquí podemos ver como Jesús dice que Él se va pero que rogará al Padre para enviar al Consolador para que esté con nosotros siempre. Es bueno que tengamos pendiente que el Espíritu Santo estará con nosotros en todo momento, en angustia, en hambre, en pestilencia, en desnudez, y en debilidad.

El Espíritu Santo no solo es nuestro Consolador, sino también nuestro guía y ayudador. Él nos recuerda la Palabra de Dios, nos fortalece en la fe y nos capacita para vivir en santidad. No importa qué tan difícil sea la prueba, el Espíritu Santo está a nuestro lado para darnos el ánimo y la dirección que necesitamos. Esta promesa de Jesús es un regalo para cada creyente que se mantiene firme en la fe.

Y es bueno que cuando estemos pasando este tipo de proceso no desmayemos porque el Espíritu Santo estará con nosotros siempre porque él siempre confortará nuestro espíritu, y porque él estará con nosotros hasta el fin del mundo.

Es natural que en ciertos momentos sintamos debilidad o incluso deseos de rendirnos, pero en esos instantes debemos recordar que no estamos caminando solos. Cada paso que damos está acompañado por la presencia de Dios, que nos levanta y nos impulsa a continuar. En medio de las pruebas podemos experimentar su paz, una paz que sobrepasa todo entendimiento y que guarda nuestro corazón en Cristo Jesús.

Aquí les dejo este versículo bíblico para que cada día reflexionemos en cuanto a todo lo que nosotros pasamos en nuestro diario vivir, y que tengamos presente que Jesús es nuestro Buen Pastor, y que seguirá siendo nuestro Buen Pastor.

Pero alégrense todos los que en ti confían;
Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;
En ti se regocijen los que aman tu nombre.

Salmos 5:11

Este pasaje nos invita a alegrarnos en el Señor, aun en medio de las luchas. La verdadera alegría no depende de las circunstancias, sino de la confianza que tenemos en Dios. Cuando depositamos toda nuestra fe en Él, descubrimos un gozo que nadie nos puede quitar. Es un gozo que brota de saber que somos amados, cuidados y defendidos por nuestro Creador.

Confiar en Dios no significa que no habrá momentos de dolor, pero sí significa que jamás estaremos desamparados. El creyente puede levantar la mirada al cielo con esperanza, sabiendo que todo lo que sucede tiene un propósito y que el Señor nunca dejará de obrar en su favor. Cada prueba puede transformarse en una oportunidad para crecer en fe y depender más de su gracia.

Conclusión

En conclusión, la vida cristiana es un viaje lleno de desafíos, pero también de promesas seguras. El Salmo 23 nos recuerda que Jehová es nuestro Pastor y que nada nos faltará; Jesús mismo prometió que el Espíritu Santo estaría con nosotros siempre como nuestro Consolador; y los salmos de alabanza nos invitan a confiar y alegrarnos en el Señor. Cada uno de estos pasajes nos anima a mantener la fe, a no desmayar y a creer que Dios tiene cuidado de nosotros en todo momento. Por lo tanto, cuando sientas que las fuerzas te faltan, recuerda que el Buen Pastor está contigo, guiando tus pasos y dándote esperanza en medio de la adversidad.

¿Le sirves a Dios por lo que te puede dar o por lo que Él es?
Jesús el camino a la salvación