Reflexión, vanidad de vanidades todo es vanidad.
Palabras del predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. Vanidad de vanidades, dijo el predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
Eclesiastés 1:3
Hoy en día vemos como las personas se afanan en conseguir riquezas, aunque no es malo vivir cómodo. Pero cuando nosotros tenemos el dinero como nuestro primer lugar y dejamos las demás cosas fuera y nos volvemos altivos entonces si teníamos un poco de amor ya no tendremos más amor porque se va a apagar y será cambiado por el amor al dinero y recordando que la Palabra de Dios en un verso nos dice que el amor al dinero es la raíz de todo mal.
Aquí el rey salomón estaba recordándole a todos, que todo es vanidad y que no podíamos enfocarnos solo en tenerlo todo si no que todo esto es pasajero y que todo pasa porque todo es vanidad. Es importante que tengamos pendiente que lo cielos y la tierra pasarán como lo dice en la Palabra de Dios, pero que el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Aquí el predicador decía que no es malo tener riquezas sino que tengamos cuidado al utilizar estas riquezas, y que todo pasa y todo lo que se mueve a nuestro alrededor, cada una de estas cosas que utilizamos debemos de utilizarlas con mucha sabiduría para que las vanidades no vengan a nuestras vidas y tomen el primer lugar como está pasando hoy en día con todo el mundo.
Muchas personas dicen «yo tengo mucho dinero y tengo que disfrutarlo y andar por todo el mundo y puedo hacer lo que me venga en gana», pero olvidan que las cosas terrenales son pasajeras, además ignoran que un día tendrán que dar cuentas ante Dios de todo lo que hicieron en esta tierra.
Algo que más llama mucho a la atención es que hubo alguien que siendo rico, poderoso, y que siendo Él, el creador de todas las cosas, se hizo pobre y vino a este mundo y nació en un pesebre para que todo aquel que era rico tomara esta enseñanza. Jesús quiere que nosotros podamos aprender de cada una de estas enseñanzas.
Pero el predicador dice todo es vanidad, todo lo que está debajo del sol es vanidad, todo pasa, todo se acaba, por eso es bueno que nuestras vidas estén en Cristo Jesús para que por medio de Él podamos ser salvos y podamos abandonar toda vanidad que hay en nuestros corazones, y para que esto pase, es bueno que podamos acercarnos al Dios todo poderoso, porque Él es quien quita el pecado y sana nuestras heridas y Él es quien nos conduce hacia la vida eterna y para siempre.
Y para terminar recuerda, todo es vanidad debajo del sol. No dejes que la vanidad inunde tu corazón, ni tu mente, ni tu alma, ni tu espíritu, ni tu familia, ni tus compañeros, ni nada de lo que tengas alrededor, porque por medio de la vanidad puedes perder todo, incluso hasta tu vida. Dios te bendiga.