Les traemos el audio y transcrito de la tesis #22 para la iglesia evangélica de hoy: «Lo que hace a un Pastor NO es su reputación, sino su carácter».
Lo que hace a un pastor no es su reputación sino su carácter. No es su conocimiento, sino su sabiduría. No es su título, es su llamado. Y no es su capacidad para delegar u ordenar sino su capacidad para servir. El apóstol Pablo escribe a Timoteo para la instrucción de todos aquellos que quisieran ser pastores.
Lo primero que decía es que un obispo, un pastor, un anciano debía ser irreprensible o irreprochable, anegklétos en el lenguaje original. Eso implica alguien no sin pecado pero sí alguien que tiene un modelo de conducta que no necesita ser llamado a cuentas justamente por ser un mal ejemplo para la congregación.
De tal forma que el ministro de la Palabra cuando lee los requisitos en 1 Timoteo 3 se percata de que él necesita ser un modelo en el hogar teniendo su hogar bajo orden, necesita ser un modelo en la iglesia, necesita tener una buena reputación o un buen caminar con los de afuera de tal forma que él pueda ser una persona con un testimonio constante delante de todos los hombres, que honre a Dios delante de los hombres, de tal manera que ellos puedan a su vez honrar a ese Dios en el día de su visitación.