Hay muchas prácticas que deben ser eliminadas de la iglesia para salud de la misma. Estas deben ser desechadas, ya que aunque parezcan cosas pequeñas pueden provocar grandes problemas. Debido al creciente número de costumbres extra bíblicas que existen en la iglesia hemos decidido crear una serie titulada: «Prácticas que deben ser eliminadas de la iglesia». Hoy trataremos la primera: «Los sobres de diezmos con el nombre de los diezmantes».
En otros artículos hemos expresado nuestra postura Bíblica sobre el diezmo, la pueden ver en el siguiente enlace: ¿Si no diezmo me voy al infierno?. En casi todas las iglesias evangélicas se diezma. En muchas de estas iglesias se usa un sobre pequeño para echar el diezmo, el cual posee el nombre escrito del diezmante por fuera, para llevar un control de quienes diezman y qué cantidad diezman.
El principal problema de esto es que basado en la cantidad que cada uno diezma es fácil calcular cuanto gana, dato que muchos prefieren que sean confidenciales, principalmente aquellos que ganan una cantidad responsable de dinero, los cuales se restringen de diezmar por estos motivos.
El otro problema es que basado en la información de quién diezma o quién no diezma se suele escuchar mucho decir: «fulano es buen cristiano porque no falla con su diezmo», pero se olvidan de que el ser cristiano va mucho más allá de echar dinero en un sobre, eso es solo una pequeña fracción de todo.
Imagine usted, existen hermanos que no pueden llevar el diezmo por alguna situación y se sienten al menos porque saben que la secretaria y el pastor se dan cuenta que ellos no están diezmando. ¿No sería mejor mantener el diezmo como algo privado?. Existen iglesias donde usted deposita sus diezmos y ofrendas en un sobre sin nombre. El que usted lo haga o no lo haga es algo entre usted y Dios.
La Biblia dice que haga tu mano derecha no lo sepa la izquierda (Mateo 6:3), de igual manera creemos que el diezmo se debe mantener como algo más privado y que los sobres deben ser en blanco por las situaciones antes descritas.
