Existen muchas iglesias evangélicas llamadas Eben-ezer. Cuando preguntas a un miembro de una de esas iglesias qué significa esa palabra la respuesta suele ser la misma: «Hasta aquí me ayudó Jehová». Aunque los mismos pastores de esas iglesias concuerdan con esa respuesta, lamentablemente no es del todo correcta. Si bien la frase está en el versículo que menciona a Eben-ezer, no es su traducción literal. Es necesario escudriñar un poco más la Escritura y el hebreo original para entender con claridad lo que significa
Echémosle un vistazo al versículo de donde ha salido la idea común del supuesto significado de Eben-ezer:
Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.
1ª Samuel 7:12
Esto ocurrió cuando el pueblo de Israel derrotó a los filisteos en una ocasión en que quitaron todos los baales y se volvieron a Jehová con arrepentimiento. El pueblo se reunió e hizo ayuno en Mizpa. Cuando los filisteos se enteraron que Israel estaba congregado en ese lugar, subieron contra ellos para pelear. Los israelitas tuvieron gran temor, por lo que pidieron a Samuel clamar a Dios en intercesión por ellos. Fue en ese momento de necesidad y desesperación que Dios obró con poder.
Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel.
Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bet-car.
1ª Samuel 7:10-11
Al ver la gran victoria sobre los filisteos, ocurrió lo que narra el versículo 12 del mismo capítulo. Samuel tomó una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen, y a esa piedra le puso por nombre Eben-ezer, pronunciando la frase: «Hasta aquí nos ayudó Jehová». Note algo importante: en ninguna parte dice que la palabra Eben-ezer signifique “hasta aquí nos ayudó Jehová”. Más bien, Samuel estableció un símbolo físico (la piedra) y le dio un nombre (Eben-ezer) como un recordatorio de la ayuda de Dios en aquel momento específico.
Entonces, ¿qué significa Eben-ezer? Es una palabra compuesta. Eben viene del hebreo אֶ֫בֶן y significa piedra. Ezer viene del hebreo עֵזֶר y significa ayuda. De manera que Eben-ezer significa literalmente “piedra de ayuda”. Por eso Samuel tomó una piedra y, después de la victoria, la erigió como monumento visible, una señal tangible de que Jehová había ayudado a su pueblo hasta ese punto. La frase «hasta aquí nos ayudó Jehová» no es la traducción de Eben-ezer, sino la declaración de Samuel que explica por qué llamó así a la piedra.
Esta práctica de levantar monumentos de piedra como recordatorios de la fidelidad de Dios se repite en otros pasajes del Antiguo Testamento. Por ejemplo, Jacob levantó una piedra en Bet-el como señal de su encuentro con Dios (Génesis 28:18). Estos símbolos servían para que el pueblo no olvidara lo que Dios había hecho en medio de ellos y transmitieran de generación en generación la memoria de la fidelidad divina. En el caso de Eben-ezer, la piedra quedó como testimonio de que la victoria no fue por fuerza militar ni por estrategia, sino por la intervención poderosa de Dios.
Si aún tienes dudas, te invito a que tomes tu Biblia y busques 1ª Samuel 7:12. Es muy probable que en tu Biblia, en la palabra «Eben-ezer», aparezca un número o una letra pequeña. Si revisas las notas al pie de página, encontrarás que se explica que Eben-ezer significa “piedra de ayuda”. Esta aclaración nos muestra que muchas veces repetimos expresiones sin analizar bien lo que dicen las Escrituras y sin detenernos en el idioma original.
Hoy en día, cuando una iglesia se llama Eben-ezer, lo más apropiado es recordar que ese nombre significa “piedra de ayuda” y que está basado en un momento histórico donde Dios intervino con poder a favor de su pueblo. Más que una simple frase, Eben-ezer debe recordarnos que cada victoria en la vida cristiana es producto de la gracia y la fidelidad de Dios. Él sigue siendo nuestra roca y nuestra ayuda en todo tiempo. No es una declaración vacía, sino un testimonio de que hasta aquí, y hasta el final, Jehová es nuestra ayuda segura.