Hoy en día muchas religiones pintan a Jesús como un genio que cumple tus deseos, como alguien que no quiere que sufras sino que logres tus sueños y todo lo que deseas alcanzar en la vida, un Jesús que nunca te dice las cosas que haces mal, entre muchas otras cosas que hemos escuchado. Algo muy importante que sí debemos de decir antes de continuar el artículo es que Jesús es un Dios bondadoso, pero como padre Él corrige con mano fuerte y otra muy importante por igual es que Jesús sabe lo que es mejor para nuestras vidas.
Tenemos los 4 evangelios, inundados con todas las enseñanzas que nos dejó nuestro maestro, en ellos está el mensaje que Él enseñó aquí. Nos hacemos la pregunta: ¿cuál fue el evangelio que predicó Cristo? Sinceramente no vamos a ver un evangelio fácil como el que escuchamos hoy en día, sino que vemos un evangelio que te dice:
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mateo 16:24
Aquí Jesús está haciendo una invitación a sus oyentes, no escuchamos del Maestro decir: vengan y yo cumpliré todos sus sueños y los haré felices. Escuchamos a Jesús decir: ¿Ustedes quieren seguirme? Pues tienen que negarse a ustedes mismos y esto incluye sus sueños, luego deben tomar su cruz (el vituperio) y síganme. No es un evangelio fácil, es un evangelio donde Jesús nos invita a negarnos a muchas cosas y es bueno que comprendamos esto.
También podemos encontrar una triste historia, la cual es la del joven rico: Marcos 10:17-30
17 Cuando Jesús salía para irse, vino un hombre corriendo, y arrodillándose delante de El, Le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” 18 Jesús le respondió: “¿Por qué Me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Tú sabes los mandamientos: ‘No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.’”
20 “Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud,” dijo el hombre. 21 Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: “Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; entonces vienes y Me sigues.” 22 Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.
Era bastante difícil para este joven dejar todas sus riquezas y seguir a Jesús. Y este es exactamente el evangelio, no se trata de asistir a una iglesia y decir yo soy cristiano, se trata de abandonar muchas cosas, de negarnos a muchos placeres, incluyendo riquezas. Este es el evangelio de Jesucristo, una invitación a negarnos a las cosas del mundo, a nosotros mismos y ser parte de su vituperio. ¿Estás dispuesto a seguir este evangelio? Este es el evangelio de Jesús.
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