Porque Tú eres grande, y hacedor de maravillas

Es bueno que todos podamos exaltar el nombre del Dios todopoderoso, porque Él es quien trae grandes maravillas a nuestras vidas y cambia nuestros lamentos en baile; Su cuidado nos rodea cada día.

Reconocer lo grande que es Dios es bueno, ya que lo merece, pues no hay nadie como Él: un Dios que es grande en misericordia y que siempre está presente cuando lo necesitamos para cambiar nuestras tristezas en grandes maravillas.

El salmista David, en el Salmo 86, verso 10, muestra lo siguiente acerca de la ayuda y el apoyo de Dios para su pueblo:

Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Solo tú eres Dios.

Salmos 86:10

El salmista hace una oración pidiendo que la misericordia continúe en medio de su pueblo, para que así ellos sean protegidos. Para David, era muy importante que el apoyo de Dios estuviera presente. Este hombre se humillaba ante el Señor pidiendo que Dios inclinara Su oído y lo escuchara, sin importar cuál fuera la situación. Se puede observar que David pedía al Señor con todo su corazón.

Es por eso que el salmista muestra esta acción de reconocer constantemente el poderío del Señor. Adoremos a nuestro grande y poderoso Dios. Sus grandes maravillas han estado presentes desde tiempos antiguos y aún hoy son visibles ante nuestros ojos.

Rindamos alabanzas a Dios, toda persona que reconoce Sus maravillas. Alabemos Su nombre para siempre, porque Él es el hacedor de grandes maravillas. Él es Dios y vive por los siglos de los siglos.

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Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente
La maldad matará al malo