De algo no podemos dudar, de que a todo aquel que hace maldad, que su corazón está muy lejos de ser bondadoso, le llegará su final, porque tenemos a un Dios en los cielos que lo está mirando todo.
La recompensa de estas personas malas no está muy lejos, las personas así son impías, frías y que no piensan en cometer cualquier acto, esto pasa porque su corazón está lleno de maldad y en su vida solo reina el enemigo.
Todos los que cometen tal acto, estos son abominables delante del Dios omnipotente, estos Dios los tiene por impíos, y es por eso que en el libro de proverbios el sabio salomón dijo lo siguiente:
20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón; Mas los perfectos de camino le son agradables.
21 Tarde o temprano, el malo será castigado; Mas la descendencia de los justos será librada.
Proverbios 11:20-21
Aquí vemos claramente que las personas que andan en el camino perfecto son agradables delante de Dios, sin embargo, aquellos perversos de corazón son abominación delante de nuestro Dios.
¿Qué hace un hombre de camino perfecto? Anda en rectitud, obedece a Dios y hace Su voluntad, siempre vive atento a lo que el Señor dice. Pero el hombre malo y de camino torcido, hace cosas que son muy abominables delante de Dios.
El hombre malo muy pronto recibirá su recompensa, tarde o temprano, pero el día llegará cuando reciba el pago justo por las malas obras que hizo en esta tierra. Pero los que hacen justicia, estos será librados en momentos difíciles y recibirán un gran galardón aquel gran día cuando todos seamos juzgados por nuestras obras.