Muchos versículos e historias bíblicas nos instan a entender que vivimos en este mundo pero no pertenecemos a él y debemos tener muy clara esa idea, pues, no es de ocultar que este mundo a medida que pasan los años se vuelve más y más aborrecedores de lo correcto y de las cosas de Dios.
Y hay una arma letal con la que debemos tener cuidado, y es la «inclusión», ¿por qué debemos tener cuidado? Porque a veces podemos estarnos pareciendo tanto al mundo, que entonces ellos nos tratan como si somos parte de ellos y eso nos puede llevar a un ambiente donde en vez de ellos ser como nosotros terminemos siendo como el mundo.
El apóstol Pablo escribió:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
Amado lector, lo que Pablo te está diciendo es que las comodidades de este mundo no te hagan sentir como en una zona de confort, sino que entiendas que en medio de tanto entretenimiento y aceptación de cosas depravadas, tenemos que transformar nuestro pensamiento, pero no bajo lo que el mundo dice, sino bajo la poderosa Palabra de Dios.
No seamos como ellos, seamos como Dios quiere que seamos, y eso lo encontramos en su Santa Palabra, en la cual podemos comprender la voluntad de Dios, la cual es agradable y perfecta.