Dios le dijo multitudes de veces a Su pueblo Israel que Él estaría con ellos, que era su redentor y su guiador. Ahora bien, el punto aquí es que muchísimas veces ese pueblo menospreció a ese Dios. De la misma manera hoy, Dios nos ha dicho que es nuestro Redentor, ¿lo estás menospreciando? Él no solamente es el Redentor, sino que es el único redentor.
La Biblia dice:
1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Isaías 43:1-3
Estos versículos prometedores vienen de historias bíblicas propias. Dios había cambiando el nombre de Jacob por Israel, así como los padres nombran a sus hijos al nacer. Por lo cual Dios era un Padre para Israel y era su redentor a la vez.
Luego les recuerda el evento del mar rojo o del Jordán, cómo su pueblo pasó en seco y las profundas aguas no los ahogaron. Y de la misma manera, así como ese Dios los había libertado del mar o el río, los podía liberar del fuego.
Ese mismo Dios está con nosotros, ayudándonos, Él es nuestro Redentor y Roca fuerte. No hay otro Redentor, no hay otro camino, no hay a dónde ir sino a Dios.