La epístola de Pablo a Tito describe cómo los hombres han sido rescatados de su pecado y maldad, siendo salvos no por sus obras, sino por la gracia y la bondad de Dios.
El amor y la bondad del Señor han sido tan grandes que Él hizo un sacrificio enorme al dar Su vida para mostrarnos el único camino que nos lleva a la salvación, a caminar sin pecado y sin mancha, rescatándonos por Su justicia y la obra del Espíritu Santo. Veamos cómo la bondad y la misericordia de Dios alcanzaron a la humanidad:
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Tito 3:4-5
Es posible que muchos piensen que están en el camino gracias a sus obras y esfuerzos, pero déjame decirte que no es así. Más bien, lo que debes creer es que has sido rescatado por el favor, la bondad y la misericordia de Dios.
Hemos sido renovados por Su Espíritu Santo, apartándonos de todo pecado y de toda mala influencia que nos rodea, para que la humanidad pueda ser salva. Queridos amigos y hermanos, recordemos que hemos sido rescatados gracias a la obra y la gracia de nuestro Señor, no por la obra de nuestras manos, sino por Él. Amén.