Miembros de la familia de Dios

En este escrito del apóstol Pablo, podemos notar que aquellos cristianos a los que el apóstol hace referencia son de origen gentil y que ahora pertenecen a la familia de Dios gracias al sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario.

Es por eso que en el capítulo 2, verso 19, el autor les exhortaba sobre el hecho de que no eran extranjeros, sino más bien conciudadanos de los santos del Señor.

Debemos entender que gracias a este sacrificio vino la gracia, y esta gracia nos permitió recibir una promesa y participar en la vida eterna junto a nuestro Señor.

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

Efesios 2:19

Esta es la gran diferencia entre aquellos que pertenecen a la familia de Dios y aquellos que no. Promesa de vida eterna, cuidado, protección, ayuda y fortalecimiento de la fe en tiempos de debilidad.

Pero aquellos que no pertenecen a la familia de Dios tienen sus bases en tierras inestables; sus casas serán derribadas. En cambio, aquel cuyo corazón está puesto en el Señor permanecerá para siempre.

Hemos visto lo que Pablo dice acerca de aquellos que, antes del sacrificio de Cristo, no pertenecían a la familia de Dios, pero después de eso sus vidas cambiaron porque no tenían que someterse a tales sacrificios para obtener promesas y vida eterna. Así que hermanos, demos lo mejor de nosotros porque este sacrificio no fue en vano. Dios los bendiga.

...
Pozo de perdición es el destino de los engañadores
Porque nuestro Dios es fuego consumidor
Compártelo usando uno de los siguientes iconos: