El autor escribe a los Hebreos indicándoles que deben permanecer en la fe en el Señor, porque Dios es fuego consumidor para aquellos que rechazan la gracia de Dios.
En esta carta podemos ver lo que el autor les sugería a los cristianos: que no volvieran a sus antiguas costumbres. Más bien, les exhorta a recibir el reino que es inconmovible y a ser gratos delante del Señor, sirviendo con gran temor, reverencia y amor.
El autor dice que aquellos que se apartan de esta gracia (aunque nosotros seamos inmerecedores de ella) acarrean el juicio de Dios, que es un fuego consumidor.
28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Hebreos 12:28-29
El reino de Dios es inconmovible para aquellos que creen. Debemos reconocer esto en medio de la inestabilidad que se puede ver en el mundo. Es por medio de la fe que nos podemos sentir seguros, apartando nuestras miradas y separándonos de aquello que no agrada a nuestro Dios.
El reino del Señor nunca será movido. Siendo nosotros inmerecedores de esta enorme gracia, debemos aprovechar la aprobación de Dios y servir al Señor con temor y temblor.
Hermanos, vemos cómo los tiempos van cambiando. Sigamos firmes y en pie de lucha, recordando también a aquellos que rechazan la enorme gracia del Señor, pues Dios será para ellos un fuego consumidor.