Los justos son aquellos que caminan delante del Señor y siguen Sus caminos, proclaman Su voluntad divina. Es por esto que se les concede larga vida y salvación, porque obedecen al Señor más que cualquier otra cosa.
Podemos afirmar que esta es la promesa del Señor para aquellos que le obedecen y le aman. Dios promete cuidarlos y bendecirlos, y es por eso que han depositado su amor en el Señor, demostrando que pueden confiar plenamente en Él debido a que han sido testigos de Su gran fidelidad.
Estas palabras no son pronunciadas por el pueblo del Señor, sino que son dichas por el Señor para Su pueblo. Y esto es lo que nos dice el Salmo 91 en su versículo 16:
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
Salmos 91:16
El Dios todopoderoso saciará sus vidas con larga vida, los bendecirá y les mostrará la salvación a todo Su pueblo que confía en Él. Ellos habitan bajo la sombra del Altísimo, le llaman y Él responde, cuidándolos en su caminar tanto de día como de noche.
En medio de la oscuridad, Él enciende una luz y la hace brillar para que puedan caminar seguros. Este es nuestro Dios grande y poderoso que ama a Su pueblo. Este es el compromiso del hombre con Dios: llevar Su palabra y ser obediente en todo su camino.
Si seguimos Sus palabras, recibiremos Su promesa y seremos cuidados por el Señor, quien será nuestro Dios y moraremos bajo Su sombra, porque Él es el Altísimo.