En el versículo que veremos en este artículo podremos ver que el salmista está haciendo una declaración ante el Señor de alabar Su nombre, aunque no hubiese una batalla, pero sí había un motivo de agradecer a Dios por todas Sus maravillas.
Sin duda alguna este hombre decía que ese era el día que hizo el Señor, donde todo pueblo tribu y nación y toda lengua debía alabar y glorificar al Señor porque Suya es la gloria.
Y sí, debido a las grandes hazañas hechas por Dios, las victorias entregadas a lo largo de los tiempos, Dios nunca se había retirado de Su pueblo, Él siempre llegaba para Su pronto socorro.
Entonces siempre habrá motivos para alabar a nuestro Dios, ahora bien. ¿Estás tú preparado para decir esto? ¿Dirás “este es el momento de alabar con júbilo a nuestro Dios que vive para siempre?
Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.
Salmos 118:24
Pueblos del Señor, alégrense en el Dios que hizo los cielos y la tierra, no hay uno como Él. Recordemos que siempre tendremos motivos para alabar y glorificar a nuestro Dios, así que este es el día que hizo nuestro Dios.
Así como Dios libró a Su pueblo Israel de sus enemigos, también tiene Sus manos levantadas para apoyarnos en contra el enemigo. Levantemos bandera y cantemos victoria, porque la alabanza y el poder pertenecen a nuestro Dios por los siglos de los siglos.
