En la segunda carta del apóstol Pablo a Timoteo, Pablo alentaba a sus hermanos para que pudieran seguir el camino, no importando las pruebas y dificultades que pasaran, y ante todo no se avergüencen de llevar el evangelio, pues este hombre a pesar de las luchas y las dificultades, no dejaba de testificar del Señor y de Su grandeza.
Para el apostol, no avergonzarse del evangelio, era una honra para él, porque él sabía que en aquel día del Señor sería levantado junto con sus hermanos. Las dificultades y luchas le daban mas fuerzas a este hombre de continuar con lo que el Señor le había encomendado.
Es por eso que el apóstol dice las siguientes poderosas palabras, para que el pueblo entienda que a pesar de las luchas y las dificultades, fiel es Cristo que nos levantará en aquel gran día:
Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
2 Timoteo 1:12
«Yo sé en quién he creído»: Es bueno que a pesar del llamado que tenemos de nuestro Señor, podamos seguir adelante como este hombre de Dios, continuaba la obra sin pensar en lo que encontraría en su frente.
Amados hermanos, Pablo nos enseña que debes siempre creer en Aquel que nos ha llamado, poder decir como el apóstol «Yo sé en quién he creído». Recordemos que Dios siempre estará de nuestro lado, nos ayudara y nos dará el camino para que podamos llevar Su palabra.
