Dios es superior a todo, por eso debemos darle toda alabanza e imperio, al Creador de los cielos y la tierra, el mar y todo lo que existe.
Estemos agradecidos porque Dios es soberano y todo depende de Él, por eso todo pueblo, tribu y nación deben obedecer y rendir loor al Dios que vive y reina por los siglos de los siglos.
Su poder nos hace entender que de nadie más es la gloria y la alabanza, Su gran poder rodea toda la tierra y hace manifestar Su gran misericordia cada mañana. Este es nuestro Dios poderoso al cual todo ser humano debe arrodillarse y alabar Su nombre.
Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1 Pedro 4:11
Pedro enseña que todo lo que se haga para Dios, que sea para que Él sea glorificado porque a Él es que pertenecen la gloria y el imperio por toda la eternidad. En otras palabras, cuando hagamos algo para Dios, debemos quitar nuestra persona, olvidarnos de nuestro ego y nuestra sed de ser reconocidos delante de los demás, y dejemos que sea Él glorificado mediante lo que hagamos, que Él tenga el primer lugar.
Si fuéremos a ministrar, hagámoslo bajo el poder de Dios, porque obedeciendo y actuado bajo Su poder, estaremos más seguros y sabremos cómo hablaremos y cómo vamos actuaremos, y claramente Pedro dice que a través de todas estas manifestaciones, podremos glorificar a Dios, que es a quien le pertenece claramente, la gloria, el imperio que es por los siglos de los siglos.