Si velamos, nos mantenemos firmes y nos esforzamos podremos soportar los ataques del enemigo y de esta forma podremos ser verdaderos cristianos que buscan la voluntad divina de Dios.
Cuando un soldado va a la guerra, nunca va con el fusil descargado, porque si hace eso, será presa fácil de los que están en su contra. Pero al que está firme y velando, a éste no lo tomarán por sorpresa porque su fusil estará preparado y el soldado está alerta. De esta misma forma debe estar todo el que anda en los caminos del Señor.
El que está atento y firme, puede permanecer en los caminos, esforzándose en todo momento, en los momentos malos y en los buenos, actuando de esta manera podrá llegar a estar tranquilo, aun en medio de su lucha porque sabe Dios estará con él.
En la primera carta del apóstol Pablo a los corintios encontramos una una enseñanza que podemos aplicar hoy en día para poder permanecer en el Señor ante estos tiempos difíciles:
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
1 Corintios 16:13
Claramente Pablo estaba hablando a los cristianos sobre su firmeza en el camino del Señor, andando en la fe fielmente y haciendo todas las cosas del Señor con gran amor.
El apóstol Pablo sabía que mientras el tiempo pasaba, las cosas iban cambiando, por eso exhortaba sobre estas cosas, alentando a la iglesia estar firmes, a velar y portarse como hombres y mujeres de Dios y ante todo hacer todas las cosas con amor.
Sabemos que podemos lograr todas estas cosas estando sujetos a los mandatos del Señor, actuando con gran devoción y amor. Tomemos y practiquemos este gran consejo del apóstol Pablo.