El justo recibe la ayuda de Dios, y sabe esperar a Dios en todas sus situaciones, conoce la estrategia a utilizar cuando llega la prueba.
El justo conoce el camino que debe tomar, este sabe que debe llevar los estatutos y andar por la senda del buen camino día tras día.
La justicia de Dios con el justo es poderosa y de llena de bondad porque Él es un Dios que hace misericordia con sus hijos, con aquellos que practican la justicia, pero el hombre de corazón engañoso no ve el camino recto de Dios, sino que piensa en el daño que hará a los demás. El camino de este fracasa porque no anda en camino de justicia.
8 Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.
Salmos 25:8-9