Exceder es sobrepasar un límite marcado, ir más allá de lo que se necesita. Por ejemplo, si echas más líquido del que un recipiente puede contener, el líquido que no cabe se derrama. Entonces, decimos que excediste la cantidad de líquido que se podía echar en dicho recipiente. El amor de Dios excede todo conocimiento, toda ciencia, toda comprensión humana, y de ese amor es que Dios quiere que nosotros estemos rebosando.
Cuando hablamos del amor de Dios, hablamos de algo que sobrepasa todo lo que podemos imaginar. Ningún ser humano, por más sabio que sea, puede describir con exactitud lo que significa este amor, porque no se trata de algo terrenal ni pasajero, sino de algo eterno y perfecto. Desde la creación del mundo, Dios mostró su amor hacia la humanidad, creando un entorno perfecto para que el hombre viviera en comunión con Él. Aun cuando la humanidad falló y se apartó, Dios continuó mostrando su amor a través de su misericordia y paciencia.
El amor de Dios sobrepasa todo conocimiento, y esto es más que cierto, ya que si reflexionamos en eso entendemos que Dios ha derramado su amor por nosotros sin nosotros merecerlo. Nos ha amado con un amor tan excelso que quedamos maravillados de eso.
Agustín dijo:
“Dios nos ama a cada uno de nosotros como si solo existiera uno de nosotros, así deberíamos adorar a Dios como el único Dios verdadero”.
Esta es la mera verdad, Dios como padre nos ama con gran dedicación, no olvida su amor por ninguno de nosotros, no tiene más tiempo para uno que para otro, su amor sobrepasa todo conocimiento.
Si pensamos en nuestra vida diaria, podemos notar cómo ese amor se manifiesta en cosas pequeñas y grandes: en el hecho de despertar cada mañana, en tener salud, en recibir perdón cuando fallamos, en experimentar paz aún en medio de los problemas. Muchas veces damos por sentado estas bendiciones, pero si analizamos con detenimiento, todo procede del amor infinito de Dios.
El apóstol Pablo escribió:
17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Efesios 3:17-19
El texto de Efesios nos recuerda que este amor no se limita a un sentimiento, sino que tiene dimensiones infinitas que no podemos abarcar por completo. La anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo son una manera poética de expresar que no hay límite para su gracia. Es un amor que nos sostiene, nos corrige y nos impulsa a vivir de manera diferente.
¿Qué es el amor? El amor no es algo que se puede definir simplemente con un diccionario o de cualquier manera, el amor de verdad es Dios, que envió a su Hijo Jesús a morir por nuestros pecados cuando estábamos perdidos. Dios no pidió nada a cambio, sino que nos justificó cuando estábamos completamente condenados, ¡este es el amor de Dios que excede todo conocimiento!.
Ese sacrificio en la cruz es la mayor demostración de amor que la humanidad ha presenciado. No se trató de una acción simbólica, sino de una entrega real, en la que Cristo, siendo inocente, llevó el peso de nuestros pecados. Esto confirma que el amor de Dios no es teórico, sino práctico, porque se manifiesta en acciones concretas a favor de quienes no lo merecían.
Oramos a Dios para que nos mantenga llenos de esta plenitud en Él, que nunca olvidemos lo que Él ha hecho por nosotros y que podamos de igual manera hablarle al mundo de ese amor de Dios que excede todo conocimiento.
En conclusión, el amor de Dios es un misterio que nunca terminaremos de comprender en su totalidad, pero sí podemos experimentarlo día a día. Cada respiración, cada oportunidad, cada bendición es una evidencia de ese amor inagotable. Por eso, como creyentes, estamos llamados no solo a recibirlo, sino también a reflejarlo en nuestras acciones y palabras. Así podremos impactar a otros, mostrándoles que el amor de Dios no tiene límites y que está disponible para todo aquel que cree en Jesucristo.