Hoy en día muchos estudiosos reconocen que Jesucristo es un personaje real de la historia, pero no lo ven como el Hijo de Dios o Creador de los cielos y de la tierra, mas bien, lo ven como un sinple profeta judío. Estos creen que Jesús vino y existió por primera vez y que murió pero no resucitó.
Algo que debemos entender es que Jesús es más importante o más transcendental que todo lo descrito anteriormente. Juan nos arroja mucha claridad de quién es realmente Jesús, él comienza su primer capítulo de la siguiente manera:
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.
Juan 1:1-5
Estos 5 versículos con los que empieza Juan exaltan a Jesús como Rey y Señor de toda la creación. Aquí Juan se está yendo al principio de la creación y nos dice que en ese principio del cual se habla en Génesis capitulo 1 existía el verbo. La palabra verbo viene del griego «Logos» que quiere decir «Palabra». Osea, en el principio era Jesucristo o «fue» Jesucristo, lo que equivale a que existía Jesucristo, y él estaba con Dios y no solamente que estaba con Dios sino que era Dios.
Sin duda alguna, Jesucristo también estuvo ahí creando el mundo y todo lo que en él habita. No es un personaje histórico o un profeta o un milagrero. Él no es solo eso, es el personaje más importante que ha pisado la tierra, el cual ya existía desde la eternidad.
El mundo nunca había conocido a Dios, mas le pudo conocer porque el verbo (Jesucristo) se hizo carne, o sea, se hizo hombre y habitó entre nosotros.
La misma Biblia nos da demostración de que Él es Dios. En ese entonces, en el que Jesús habitó en esta tierra, los discípulos no tenían bien claro quién era realmente Jesucristo. Y por esto encontramos cierta cita que dice:
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Juan 14:8-10
¿Se dan cuenta? Felipe quería ver al Padre (Dios), puesto que ningún hombre jamás vio a Dios, por eso el mismo Juan dice en el versículo 18: «Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer». Pero Jesús le dice a Felipe: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. Es increíble, pero de aquel ser que la misma Biblia nos dice que los cielos de los cielos no le pueden contener, caminó entre los hombres, se hizo hombre, soportó el vituperio, murió y resucitó al tercer día con gran poder y gloria. ¡Alabado sea Dios!
Pablo dice:
Sin embargo, para nosotros {hay} un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para El; y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual {existimos} nosotros.
1 Corintios 8:6
Por Jesucristo son todas las cosas, por Él somos y vivimos, y nos movemos. Él es más que un simple personaje, es el Creador de los cielos y de la tierra.
Esperamos que de alguna manera este artículo les haya dejado ver el gran poder que se encuentra en nuestro amado y Señor Jesucristo.
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