(Christian Today) — A pesar de intensas restricciones por parte del gobierno iraní, decenas de miles de iraníes han descargado la Biblia en los últimos seis meses bajo una nueva iniciativa por la emisora cristiana SAT-7.
Más de 60.000 personas en Irán han descargado la Biblia completa o en parte, desde septiembre de 2015, cuando SAT-7 abrió un servicio de sala de chat seguro.
La aplicación de mensajería Telegram permite a los usuarios enviar mensajes de forma anónima y SAT-7 ofrece programas cristianos y descargas seguras de la Biblia cristiana. Este servicio es especialmente pertinente en Irán, donde plataformas sociales como Facebook están bloqueadas, y las autoridades monitorean de cerca las llamadas telefónicas, mensajes de texto y correos electrónicos.
SAT-7 dice que recibe 2.000 mensajes al día de los espectadores iraníes, dándole gracias por proporcionar un espacio a los creyentes para hablar y compartir su fe con otros. Muchos piden la oración, o dan testimonio de su fe.
«No tenemos suficiente personal para orar por todo el mundo. Es abrumador», dijo Benjamin Parsa, gerente de relaciones de audiencia de SAT-7 PARS. Añadió Que 1.000 personas descargaron la Biblia en la primera semana que fue ofrecida. «Este no es un proyecto de seguimiento más; se trata de un movimiento».
Un usuario le dijo a la emisora, que cuenta con más de 1,7 millones de espectadores en Irán: «Esto no es sólo un programa o ministerio de los medios, es verdaderamente nuestra iglesia por el momento!»
Irán sigue siendo uno de los lugares más peligrosos para ser Cristiano, ocupando el noveno lugar en la lista de persecución de Open Doors. Convertirse del Islam – la religión del estado – al cristianismo se castiga con la muerte para los hombres, y la cadena perpetua para las mujeres. El año pasado, más de 100 cristianos fueron detenidos o encarcelados, y un número de ellos fue abusado física o mentalmente.
Irán tiene una larga historia de abusos contra los derechos humanos y la violencia se está extendiendo rápidamente por todo el país, facilitada por las leyes que permiten la persecución de las comunidades minoritarias, como los cristianos y los musulmanes Baha’i, que han sido condenados por las autoridades iraníes como un «culto ilegal «.