Bienaventurados los que no vieron y creyeron
Es muy fácil creer que algo existe cuando lo vemos, pero creer en alguien sin haberlo visto es fe. Y esta es nuestra fe, que creemos que Cristo es el Hijo de Dios y que existe en su máximo esplendor aun sin haberle visto. Y esta fe no debe cambiar nunca, pues, Cristo llama bienaventurado a todo aquel que cree sin haber visto.