Dar gracias a Dios es lo que nosotros debemos hacer, a cada momento tener presente que hemos recibido un sinnúmero de bendiciones de nuestro Dios, pero no solo demos gracias por estas pequeñas cosas, ya que debemos agradecer porque Cristo se entregó por nosotros en la cruz del calvario. Esta es la bendición más grande.
Tenemos un privilegio tan grande por creer en Él, nuestra fe aumenta por eso, sigamos creyendo que encontraremos la vida eterna solo en el Señor.
Creer en Aquel que vino a la tierra hecho carne, y que pagó nuestras deudas a precio de sangre para que hoy podamos acercarnos y conocer el verdadero camino hacia la salvación.
Cuando agradecemos a Dios, no solo estamos reconociendo las bendiciones materiales que recibimos cada día, sino también la obra espiritual más grande que se ha hecho por la humanidad: la redención a través de Cristo. Muchas veces el ser humano se enfoca en lo terrenal y pasajero, olvidando que la verdadera riqueza está en tener acceso a la gracia de Dios y a la salvación por medio de la fe. Este agradecimiento constante nos acerca a una vida más plena, llena de esperanza y propósito.
Jesús mismo nos recordó que quien cree en Él ya ha pasado de muerte a vida. Esto significa que nuestra fe no es en vano, sino que nos conecta directamente con la promesa eterna del Padre. Cuando entendemos que la vida eterna no comienza solo después de la muerte, sino que inicia desde el momento en que recibimos a Cristo en nuestro corazón, entonces aprendemos a vivir cada día con gozo y seguridad.
El apóstol Pablo también enseñó sobre esta verdad al decir: “Mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23). Esto nos muestra que la vida eterna no se compra ni se gana por méritos humanos, sino que es un regalo divino, accesible únicamente por medio de Jesucristo. Es un don de gracia que nos impulsa a vivir en obediencia y gratitud.
Dar gracias es reconocer que dependemos de Dios en todo momento. Cuando oramos con un corazón agradecido, nuestro espíritu se fortalece y recordamos que el sacrificio de Jesús en la cruz nos dio acceso directo al Padre. A través de la oración y la lectura de la Palabra, nuestra fe se afirma y aprendemos a caminar en la luz del Evangelio, sabiendo que nuestra meta final es la vida eterna junto a Él.
Querido lector, piensa en lo maravilloso que es tener esta esperanza. Muchos buscan respuestas en filosofías, religiones o promesas terrenales que terminan en vacío, pero Cristo nos ofrece una promesa real y eterna. Por eso, al meditar en estas palabras, decide confiar plenamente en el Señor, sin reservas, y recuerda cada día dar gracias por el sacrificio perfecto de Jesús.
En conclusión, dar gracias a Dios debe convertirse en un estilo de vida, no en un acto ocasional. No solo agradezcamos cuando todo marche bien, sino también en medio de las pruebas, porque es allí donde nuestra fe es probada y fortalecida. Al creer en Cristo, aseguramos nuestra vida eterna y recibimos la paz que sobrepasa todo entendimiento. Cree, confía, agradece y camina en la certeza de que, si permaneces en Él, tu nombre estará escrito en el libro de la vida.
1 comment on “Esto tienen quienes creen en Jesucristo”
Amados hermanos DIOS los Bendiga hoy mañana y Siempre que el señor Los guíe por el Buen Camino y los Colme de Bendiciones siempre. Hermanos Solo hay un Camino que nos guía Al Arrepentimiento y ese camino también nos lleva al reino de los Cielos Porque Anel señor quiere que busquemos de su camino para ir pronto con el a las Mansiones celestiales Para él Sea la Honra Y la Gloria Por Los siglos de los Siglos. Amen