En estos últimos tiempos es difícil permanecer en los caminos del Señor, por eso tenemos a nuestro Dios que nos da las fuerzas para poder resistir y continuar en Sus caminos.
A veces nuestros corazones sienten temor, y nos preguntamos si estamos solos, porque pasamos duras batallas, el camino se pone bien pesado, tropezamos, somos derribados. Pero ¿sabes qué? no hemos sido destruidos porque Dios está con nosotros, en todos esos momentos Él nos extiende su mano para librarnos.
¿Podemos decir que la duda nunca llegará a nosotros? Claro que sí, porque existen momentos en que eso pasa, pero cuando eso pasa aprendemos más y más. Conocemos el caso de Pedro, que estuvo caminando por un largo tiempo con el Maestro, y hubo un momento donde él fue probado, éste hombre fue llamado por el mismo Jesús para que caminara sobre las aguas, y lo hizo, pero algo aconteció y fue que la duda le hizo una visita:
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
Mateo 14:29-32
De esta gran historia tan conocida podemos aprender que aún cuando tengamos dudas, el Señor puede venir en nuestro auxilio y sacarnos de esa terrible situación en la que nos encontramos. Encomendémonos cada día a nuestro Dios y pidámosle siempre confiar en Él.
