Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia

Dios, como creador de todas las cosas, conoce a cada uno de nosotros, por lo cual, de Él es que viene nuestra protección, si somos guardados es por Su gracia y poder.

El Señor es nuestra luz y salvación, sólo en Él podemos confiar todos los días, solo Él es quien nos da la sabiduría y la valentía para poder continuar. Cada día ilumina nuestro caminar para que podamos ver más claro y no tropecemos ante los problemas que se presentan.

El salmos 127 es un cántico gradual para Salomón. Este salmo nos hace ver que la prosperidad viene de Dios:

1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.

2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.

3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

Salmos 127:1-3

Claramente en este capítulo nos habla acerca de que Dios debe ser en primero en todo, pues todo lo que se vaya a hacer, debe ser que el Señor ya haya mandado, porque un hombre sin la dirección de Dios siempre estará perdido.

Así que, debemos actuar bajo la dirección de Dios, en cada cosa que hagamos, por eso es que dice que si no es Dios el que edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen.

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Enciende tu luz, la luz de Cristo, para que otros la puedan ver
Jehová es mi luz y mi salvación
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