Habacuc capítulo 1: Protestas del profeta | Parte I

Continuamos nuestra serie del libro del profeta Habacuc. En el anterior artículo dimos introducción a este gran libro, así que, sería muy importante que antes de continuar leyendo este artículo, sino has leído el primero, vayas ahora mismo: Introducción al libro de Habacuc.

Los primeros versículos del libro de Habacuc comienzan con una queja departe del profeta a Dios, pero en realidad no era una queja muy común, puesto que lo que aquí el profeta está haciendo es estar angustiado por todo el mal que sus ojos estaban presenciando en el pueblo de Judá. En la Biblia vamos a encontrar otros hombres que también se quejaron por la misma situación, como es el caso de Jeremías, quien hablaba la palabra de Dios al pueblo de Israel pero no escuchaban (Jeremías 12).

Es importante que comprendamos la pasión que estos hombres de Dios sentían, el celo que corría por sus venas, el deseo de que la justicia, la equidad, la paz y la santidad sean parte del pueblo de Dios. ¿Sentimos nosotros hoy día el mismo celo cuando vemos cosas en la casa de Dios que no son de su agrado?.

2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?

3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.

4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

Habacuc 1:2-4

Desde el verso dos ya tenemos mucho que decir. Todos nosotros hemos hecho en alguna medida lo mismo que Habacuc, hemos clamado a Dios por nuestra nación, por toda la injusticia que hemos visto, sin embargo, pareciera como si nadie nos escuchase, pero esa no es la realidad querido hermano, Dios siempre está pendiente de cada situación, Él es Dios.

En el verso tres Habacuc hace otra pregunta importante: ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Bueno, pareciera contradictorio, pero lo cierto es que Dios nos permite ver iniquidad por varias razones: 1) Para hacernos entender que una vez fuimos así, pero Dios nos salvó a través de su Gracia, 2) Para hacernos valorar nuestra salvación. Incluso, a veces también vemos la iniquidad en nosotros mismos, y eso es bueno, puesto que a través de ello Dios nos hace entender que no se trata de nuestras fuerzas, sino de la mano poderosa de Dios.

Dios también nos permite ver iniquidad para que nos mantengamos humildes, así de esta manera podemos visualizar lo que una vez fuimos. El apóstol Pablo en Efesios capítulo cinco les recuerda como aquellos quienes cometen una serie de pecados no tendrán herencia en el reino de los cielos, y lo hace para enseñarles que ellos una vez fueron así:

Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.

Efesios 5:8

El permitirnos ver la iniquidad también es una forma de mostrarnos lo que ahora somos en el Señor, de cómo debemos vivir, una muestra de cómo aborrecemos ahora lo que antes amábamos y hacíamos con denuedo.


Sigue de cerca esta sección del libro de Habacuc, ya que le daremos seguimiento a sus tres capítulos, profundizando sobre sus profecías y al final esperar que estas palabras de una manera u otra también puedan hacer eco en nuestras vidas.

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Alabemos a Dios por encima de todo
Jesús es el autor de nuestra fe en medio de la tempestad
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2 comments on “Habacuc capítulo 1: Protestas del profeta | Parte I

  1. Quiero sabiduria para entenderlos y que penetren y me rompa el entendimiento

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