Cuando Dios nos llama debemos atender a su llamado, no debemos ignorarlo, porque a Dios no le agradan las personas que sean desobedientes, sino que estén atentos a su llamamiento.
Recordemos que Dios sabe por qué nos llama, y ante todo nosotros debemos obedecer a Dios. A veces llegan momentos de peligro y si no escuchamos las voz de Dios nos puede pasar algo. Dios conoce todo de nosotros y Él sabe de qué nos puede librar.
Debemos estar atentos, porque solo Dios sabe de qué nos puede librar, tenemos que confiar solo en Él, Él es quien endereza nuestro camino, su luz nos alumbra, y nos libra del maligno, por eso demos gracias a Dios.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
2 Pedro 1:10-11
Los versículos anteriores nos exhortan a estar firmes nuestra vocación. ¿Cuál es esta vocación? Es el llamado que Dios nos ha hecho, que escuchemos su voz y que caminemos conforme a su propósito.
Pedro continúa diciendo que si hacemos estas cosas, jamas caeríamos, debido a que hemos escuchado las palabras fieles y verdaderas del Señor, que hemos sido obedientes ante Él.
Por eso estemos aten tos a la voz que conoce todas las cosas y que nos puede ayudar a permanecer en el camino, porque de esta forma podremos llegar al lugar santísimo, al lugar que Dios nos ha guardado para aquel gran día.
Dios estará con nosotros y nos ayudará a que día tras día estemos firmes, haciendo lo que se nos ha encomendado. Su gracia y su poder habitará en los lugares donde nos encontremos, solo confía en el Señor y todo esto será posible.
