Todos los tengan necesidad del Señor, serán saciados

Lo primero es que debemos buscar a Dios sin ningún interés económico. porque el primer interés que debemos de tener es buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y las demás cosas serán añadidas.

Lo más importante es que debemos entender que Dios conoce todos nuestros pensamientos.

Existen diferente tipos de personas que creen y comprenden que solo Dios puede ayudarle y que puede sostenerles en sus situaciones de precariedad. Por eso somos más que bienaventurados.

Es muy claro lo que Jesús nos dice en el capítulo 5 del libro de Mateo. Allí se encontraba una gran multitud, la cual le seguía desde muy temprano escuchando sus enseñanzas:

1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Mateo 5:1-4

Jesús aquí les estaba dando una palabra a todas aquellas personas que les seguía, pero no solo le seguían sino que creían en Él, que le buscaban de corazón. Todos ellos serían saciados en gran manera si creyeren en Jesús y en sus palabras que son fieles y verdaderas.

Jesús hablaba de aquellos pobres en espíritu, aquellos que tenían sed de Él. Para todas esas personas traía consolación y liberación.

Por eso creamos en el Señor. Si tenemos necesidad de Él, dirijámonos hacia Él que nos ayudará y nos levantará y así podremos luchar en Cristo Jesús rebasando todos los obstáculos, todas las aflicciones que vengan, porque Dios nos renovará nuestro espíritu.