Jesús la fuente de vida

Cada día debemos pensar que Dios es nuestro sustento, que Él es quien nos sostiene, cuando necesitamos fuerzas Él nos la da. Esa fuente es Jesús, el que sacia toda nuestra sed.

Él es nuestra salvación, esa fuente es inagotable, todo el que buscare esta fuente será saciado, porque esa fuente nos ayuda a permanecer y seguir confiado en que esa fuente de vida estará ahí siempre que la necesitemos.

Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

Salmos 36:8

En el versículo anterior el salmista David nos da a entender lo majestuoso que es Dios, lo que Él hace con cada uno de nosotros. Dios bendecirá nuestros hogares, donde no nos faltará nada porque seremos completamente saciados.

El pueblo de Dios no tendrá necesidad de nada porque Dios suplirá de sus delicias a su pueblo, y disfrutarán de todas las cosas que Dios ha mandado para su pueblo.

Así como Dios ha suplido lo material en nuestras vidas, Él también nos bendecido espiritualmente, porque cuando hemos necesitado fuerzas y palabras de aliento, la hemos recibido porque Dios así Él lo ha querido.

Porque contigo está el manantial de la vida;
En tu luz veremos la luz.

Salmos 36:9

El salmista David pasó por momentos difíciles, en los que tenía que correr de un lugar a otro, y esto era debido a que tenía enemigos que deseaban su muerte. Pero este hombre vivía confiado en el Señor, sabía que Dios era la fuente inagotable, que su socorro venia de Dios, el que le sostenía, el que le ayudaba a vencer y que cada día le da la victoria, así que es bueno que confiemos en esa fuente que es inagotable y que a la vez ilumina nuestro camino para que podamos caminar con libertad.

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Oración pidiendo misericordia en tiempos de prueba
Si se humillare mi pueblo yo oiré desde los cielos