Toda nuestra confianza debe esta estar depositadas en las manos de nuestro amado Señor Jesucristo, Él es nuestro ayudador, Él que da aliento a nuestro ser, solo en Él podemos poner todos nuestro planes y proyectos.
Cuando estamos en problemas y dificultades, a Él clamamos y Él nos responde, nos da lo que necesitamos y lo hace en el momento que menos esperamos. Hay momentos en los que el hombre pide y no recibe, porque pide con prisa, y no debemos pedir así, porque si pedimos así no recibiremos. Dios no nos da cuando nosotros le ordenamos sino cuando sea su voluntad.
Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra,
Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre:
Jeremías 33:2
Cuando pidamos a Él confiemos porque Él promete y cumple, pero no cumple cuando nosotros queramos sino cuando Él vea que es necesario hacerlo.
Debemos saber que no podemos darle órdenes a Dios como que Dios tiene que hacer las cosas cuando nosotros queramos y no es así. Pidamos a Dios con paciencia y diciéndole que sea su voluntad, no la nuestra.
Dios sabe lo que nos conviene y lo que no nos conviene, porque él lo conoce todo. A veces pedimos cosas que nos pueden hacer daño y el Señor no nos las da por eso, y es porque estamos pidiendo mal.
Clama a mí, y yo te responderé,
y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jeremías 33:3
Pero no dudemos ni dejemos de confiar en Dios, porque Él siempre está a nuestro alrededor, como dice el versículo anterior del libro de Jeremías, que nos da a entender que Él nos responderá cuando clamemos a Él y por medio de esa respuesta conoceremos cosas que anteriormente no entendíamos.
