Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado

El cristiano debe cada día cuidar lo que va a salir de su boca, porque existen palabras que pueden dañar. Es por esto que podemos escuchar un dicho que dice «piense antes de hablar».

El hombre bueno,

del buen tesoro del corazón saca buenas cosas;

y el hombre malo,

del mal tesoro saca malas cosas.

Mateo 12:35

Cuando Jesús salió de aquel lugar le seguía una gran multitud, la cual quería escuchar el mensaje del Maestro, el cual le enseñaba a toda esa gente diciendo que toda blasfemia que el hombre cometiera contra el hijo del hombre puede ser perdonada, pero que existe algo que no tiene perdón, y es la blasfemia con el Espíritu Santo.

Es por esta razón debemos tener en cuenta todo lo que vayamos a decir, porque como Jesús explicaba, que cuando el hombre mentía, blasfemaba, criticaba, esto sí podía ser perdonado. Pero hablar en mal del Espíritu Santo, es un pecado que no se perdona.

Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres,

de ella darán cuenta en el día del juicio.

Mateo 12:36

También debemos tener en cuenta que cada una de las palabras que sale de nuestras bocas son tomadas en cuenta por Dios, porque, como dice en el versículo anterior, un día tendremos que comparecer delante de Él para dar cuentas sobre las palabras que han salido de nuestras bocas.

Por esto Jesús le llama a la atención a todos aquellos que estaban siendo ociosos, para que escucharan el mensaje, y para que cada uno tuviera cuidado con sus palabras.

Porque por tus palabras serás justificado,

y por tus palabras serás condenado.

Mateo 12:37

Por medio de estas palabras Jesús aconsejaba al pueblo a hablar palabras buenas para que pudieran ser justificados en el día del juicio, pero ya sabemos que todo aquel que pronuncie palabras de destrucción será condenado en aquel gran día.

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