Sabemos que en este mundo existen dos clases de personas, una es la que hace el bien, y otra es la que hace el mal. Podemos ver que la maldad en los hombres va aumentando y esto es debido a que no están sumergidos en la justicia de Dios.
Amado, no imites lo malo,
sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios;
pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.
3 Juan 1:11
La palabra de Dios dice que por haberse multiplicado la maldad del hombre el amor de muchos se enfriaría, esto nos deja entender que las personas que no tienen amor no pueden hacer el bien, debido a que el amor de Cristo no está en ellos.
Juan nos exhorta que no practiquemos lo malo porque esto para nada es del agrado de Dios, sabemos que todo lo malo proviene de satanás el cual busca que las personas hagan todo tipo de atrocidades.
Un hombre que está fuera de la presencia del Señor puede cometer cualquier tipo de maldad, y esto es porque está siendo guiado por el maligno.
Todos dan testimonio de Demetrio,
y aun la verdad misma;
y también nosotros damos testimonio,
y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.
3 Juan 1:12
Cuando hablamos en bien de alguien y damos un buen testimonio de esa persona es porque está haciendo todo lo bueno y está practicando la justicia de Dios con los demás, en este caso Juan está hablando de Demetrio, este hombre fue un ejemplo para los demás por las buenas obras que hacía.
Cuando hacemos buenas obras nuestro espíritu testifica por nosotros, porque a Dios le agrada que practiquemos la justicia con los demás, recordemos que Dios es amor y todo el que ama ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
