Hoy en día vemos un sinnúmero de personas la cuales no muestran amor hacia su prójimo, sino que en ellos solo hay maldad, la cual no es agradable ante los ojos de Dios.
La palabra de Dios registra que se buscó quien muriera por la humanidad y dice que no se halló, pero el Padre decidió venir en carne a morir por cada uno de nosotros. Él dejó su trono por amor a la humanidad.
Amados, amémonos unos a otros;
porque el amor es de Dios.
Todo aquel que ama, es nacido de Dios,
y conoce a Dios.
1 Juan 4:7
Reconocemos que todo aquel que ha nacido de Dios se conoce. Dios es amor y el que tiene amor es porque conoció al Señor como lo dice la Santa Escritura. El amor de Dios es infinito, no se termina, permanece para siempre.
Es bueno que todo aquel que tiene amor le demuestre a aquel que no tiene, esto es para que aquel que no tiene amor pueda portar de esa gracia maravillosa de Dios, esa paz que el Señor da a cada uno de sus hijos.
El que no ama,
no ha conocido a Dios;
porque Dios es amor.
1 Juan 4:8
Hay muchas personas que dicen tener amor, pero estas no lo demuestran, todo aquel que tiene amor se le nota, porque la gracia de Dios es notable en cada lugar donde llegamos.
El amor de Dios cambia todo, el amor de Dios es la gracia que nos conduce a seguir, a buscarle, amarle, nos fortalece, nos ayuda a estar de pie, y hace que dirijamos a otros a conocer el amor perfecto de Dios.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros,
en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo,
para que vivamos por él.
1 Juan 4:9
Como decía anteriormente. Dios envió a su hijo unigénito para que seamos salvos por Él, en esto fue notable su amor en, siendo Él Dios, envió a su hijo a morir por toda la humanidad, para que por medio de Él fuésemos salvos por su gran misericordia, y termino diciendo: Dios es amor
