El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad

Nosotros los seres humanos estamos llenos de debilidades sin fin, pues esa es la naturaleza que hemos heredado de Adán, pero, el que estemos bajo debilidades e imperfecciones no es algo por lo cual debemos desmayar, al contrario, el Espíritu de Dios nos ayuda en esas debilidades y en esas pruebas que a veces pensamos que nunca llegaremos a superar.

Si eres un cristiano débil, pues qué bueno, esa debilidad nos acerca más a Dios porque nos damos cuenta que le necesitamos y que nuestra esperanza no está en nosotros mismos sino en Él. Recuerdo hace unos años cuando cierta persona dijo mientras predicaba: «Este lugar no es para débiles, es para fuertes». En ese momento me quedé pensando en varios pasajes de la Biblia y me di cuenta que en realidad Dios no está buscando personas fuertes, Él está buscando personas débiles, y en la Biblia encontramos varios ejemplos: Elías huyó de Jezabel (1 Reyes 19) , Job deseó no haber nacido (Job 3) , Pedro negó a Jesús por tres ocasiones (Mateo 26), entre otros. Lo cierto es que nosotros también estamos sujetos a esas debilidades, pero al igual que ellos, Dios nos sostiene en medio de tantas pruebas.

La Biblia dice:

26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Romanos 8: 26-27

Queridos hermanos, esta debe ser nuestra esperanza y nuestro gozo, que en medio de todas las cosas que nos puedan pasar servimos a un Dios poderoso que nos brinda su ayuda, que nunca nos abandona, que renueva nuestras fuerzas como las del búfalo, que nos hace volar tan alto como el águila. El apóstol Pablo sí que era experto en conocer a este Dios que ayuda al débil.

...
Tesoros en el cielo
Hijo mío, no te olvides de mi ley
Compártelo usando uno de los siguientes iconos: