Las riquezas pueden ser el peor de los males, pero estas también pueden ser de bien para ayudar tu familia y a las personas que se encuentren en precariedad. Sin embargo, estas pueden llegar a terminarse, por eso hay una frase muy conocida que posiblemente haya sido tomada de los proverbios, la cual dice: «Nada dura para siempre».
Hay muchas personas presumidas en este mundo que cuando llegan a tener cierta posición económica se olvidan de la masa pobre, pensando que esas riquezas les durarán para siempre o se llevarán algo luego de su muerte. Amigos, nada de lo que tenemos es eterno, recordemos el caso de Job, él tenía todas las riquezas se podrían llegar a tener, además de una familia estable y buena salud, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos todo lo que poseía le fue quitado, ¿por qué? Porque todo en esta vida se puede terminar y debemos estar preparados para esto.
El proverbista dijo:
No te jactes del día de mañana;
Porque no sabes qué dará de sí el día.
Proverbios 27:1
Hay muchas personas que viven con cierta jactancia por sus bienes adquiridos, pero esto para nada debe ser motivo de jactancia, sino que debemos saber que las cosas de esta vida son pasajeras, y que no debemos pisotear a los demás, porque ciertamente en un mañana también podemos necesitar de ellos.
Por otro lado, el proverbista también dice:
23 Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus rebaños;
24 Porque las riquezas no duran para siempre;
¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
25 Saldrá la grama, aparecerá la hierba,
Y se segarán las hierbas de los montes.
Proverbios 27: 23-25
La Biblia también nos manda a mantener lo que tenemos, porque todo pasa. No podemos gastar y gastar sin pensar en lo que puede ocurrir mañana, sí, las fortunas se terminan, ya que eso no es un valor eterno, y por esta misma razón debemos ser lo suficientemente sabios para cuando lleguen los días difíciles tengamos en qué sostenernos.
