La Biblia nos manda a glorificar el nombre del Señor, Él es el Dios de salvación y de misericordia, un Dios tan bondadoso como este debemos alabarle y bendecirle siempre.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere,
no será avergonzado.
Romanos 10:11
Debemos creer en las promesas del Señor, y creer en todo lo que Él seguirá haciendo en nuestras vidas, es importante escuchar la voz de Dios porque si escuchamos la voz de Dios, entonces todo lo que hagamos nos saldrá bien.
Porque no hay diferencia entre judío y griego,
pues el mismo que es Señor de todos,
es rico para con todos los que le invocan;
Romanos 10:12
El escritor de este libro menciona que no hay diferencia entre judío y griego, es que el Dios de los judíos, será también para todo aquellos que le invoquen.
Recordemos que Jesús no hacía acepción de persona, Él quería que no solo dos grupos recibieran la salvación, sino que todos podamos recibir la salvación.
A veces escuchamos personas decir que no le hablan a pecadores, pero algo que pasaba es que Jesús compartía con pecadores y les llevaba el mensaje de salvación.
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor,
será salvo.
Romanos 10:13
Cuando invocamos el nombre del Señor viene una paz hacia nosotros, el nombre del Señor es el único en el cual podemos ser salvos. La salvación viene del Señor.
Jesús le dijo: Yo soy el camino,
y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
Para nosotros llegar al Padre, debemos aceptar a Cristo como el único y suficiente salvador, confesar con nuestras bocas que Él es el Señor, porque si no lo hacemos así no seremos salvos, por eso es bueno que confesemos que Jesús es el Señor de nuestra salvación, porque sin Él no estuviéramos aquí, respirando, caminado, y viendo todo lo que se mueve a nuestro alrededor y esto es gracias al Señor Dios Todopoderoso.
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