La misericordia de Dios por una ciudad corrompida

En la Biblia podemos encontrar multitud de veces donde la corrupción de los hombres hizo enojar a Dios en gran manera, pero también podemos encontrar la misericordia de Dios esparcida para con los hombres en varios eventos. Hoy en día nuestro mundo sufre los mismos daños por causa de la corrupción, nos aturde encender el televisor y ver noticias, puesto que cada vez vemos algo peor. Pero, en medio de toda esta crisis existe un Dios que tiene misericordia.

La Biblia nos habla de una ciudad llamada Nínive, la cual era corrupta en gran manera. En el libro de Jonás, la Biblia nos dice que la maldad de ellos había subido ante Dios y por esto Dios envía a Jonás a pregonar en contra de aquel lugar. Nínive era una ciudad que merecía ser destruida por todos los actos despiadados y perversos que hacía, pero hay algo muy importante que debemos entender, y es que no importa cuán corrupta sea una nación si ellos se humillan delante de Dios.

Aquella ciudad se arrepintió des sus pecados y es por esto que Jonás dice a Dios:

Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Jonás 4:1-2

Hay algunas palabras muy importantes que Jonás dice sobre Dios, los cuales son atributos del mismo: «Clemente y piadoso, tardo en enojarte, grande misericordia, te arrepientes del mal». Dios no desea la destrucción de los seres humanos, al contrario, Él siempre quiere que nos volvamos a Él. Dios no se goza del mal, ni se place en la destrucción.

La Biblia también nos dice:

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

2 Crónicas 7:14

Dios siempre está esperando que sus criaturas se humillen delante de Él, pues es un Dios misericordioso y sus misericordias son eternas y si una ciudad se humilla delante de Él, no importa cuán corrupta sea, Dios puede manifestar su piedad.

Oremos por nuestra nación, por nuestra tierra, y pidámosle a Dios que tenga misericordia de todas las cosas que están pasando y que las personas pueden proceder al arrepentimiento de sus corazones.

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