La inmensidad del poder de Dios

¿Quién es Dios? Es un ser existente, el cual es superior a los hombres y a los ángeles. Es aquel ser incomparable, lleno de poder absoluto, gobernador de todo el universo y de los cielos de los cielos. Es la máxima expresión de sabiduría, de poder y de santidad. ¿Qué más podemos decir de Dios? Podría llenar estas páginas hablando de lo poderoso y temible que es nuestro Creador y aún así no llegaríamos al conocimiento pleno de quién es Dios.

Nunca terminamos de conocer a Dios. Y es por esto que el apóstol Pablo dice: «Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido». ( 1 Corintios 13:12). La Biblia posee 3.5666.480 letras; 773.746 palabras; 31.102 versículos; 1.189 capítulos y 66 libros y aún con toda esa maravilla de expresión literaria que nos habla tanto de Dios, continuamos viendo oscuramente. Continuamos conociendo solo un poco de quién es Dios.

Hemos leído tantos hechos portentosos de Dios en su Palabra, cosas que cuando las leemos quedamos impresionados de todo lo que Dios puede hacer, de Su poderío, sin embargo, eso no es ni un uno por ciento de las maravillas que puede hacer nuestro Creador. Me encanta un verso que dice: «Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?»

¿Se imagina usted el tamaño, la inmensidad, de los cielos de los cielos? Y aún así no le pueden contener, porque nuestro Dios es más grande que los cielos de los cielos, que el universo mismo y que todo lo que pueda existir, y por esto Mateo presenta a la tierra como el estrado de sus pies y el cielo su trono (Mateo 5:34).

¡Nuestro Dios es grande! Podríamos vivir eternidad de eternidades y aún así no terminaríamos de conocer a Dios. ¿Se da cuenta usted a quién servimos? No servimos a papá Noé o super man, servimos al Dios de los ejércitos de los cielos. Y debe ser un honor para nosotros tener ese poco conocimiento de quién es Él.

Para finalizar, el salmista dijo:

«Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder;

Y su entendimiento es infinito.» Salmos 147:5

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