Si eres predicador, pastor, diácono o maestro, debes saber esto

Es muy bueno y de suma importancia enseñar a otros, pero aún en el mundo secular es importante saber que no podemos enseñar a otros lo que no vivimos. Todo predicador debe primero ordenar su hogar para luego ir y salir a enseñar a otros. ¿De qué nos sirve edificar a otros cuando nuestro hogar se está desplomando? También es importante saber que aquellos quienes conocen las situaciones malas de tu hogar, por más elocuente que seas no prestarán atención a aquello que le estás enseñando, de manera que vendrías siendo como un címbalo que retiñe o una alarma en tiempos innecesarios.

El apóstol Pablo enumera algunos requisitos para aquellos hermanos que desean el obispado y entre ellos encontramos este:

que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad

(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);

1 Timoteo 3:4-5

El contexto de este capítulo va dirigido a quienes desean el obispado, pero también es aplicable para aquellos quienes son maestros y predicadores, pues ¿cómo puede un maestro enseñar y un predicador exhortar si su hogar no está bien gobernado? De manera que, las Escrituras nos invitan a primero gobernar bien nuestro hogar para después mandar en la casa del Señor.

He conocido de un pastor que es muy rígido o legalista en sus enseñanzas y se le hace incómodo ver a algunas personas cristianas con cosas que él entiende que son pecado, sin embargo, conocí a su hijo y realmente quedé atónito por el simple hecho que su hijo se ve peor que las personas que él señala, y por esto el apóstol sigue exhortando: que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad. Predicadores, maestros , pastores y todo aquel que esté lanzado a un ministerio: ¿cómo puedes corregir en la iglesia cuando tu ministerio principal que es el hogar está peor que aquellos quienes corriges?

Es muy importante que todo sepamos esto, pues en gran parte de esto dependerá todo lo que hagamos para el Señor y su causa.

...
¿Desesperado? Diez versículos que te recuerdan que hay esperanza en Dios
El verdadero significado de Filipenses 4:13
Compártelo usando uno de los siguientes iconos: