La mujer virtuosa debe ser honorada, ya que sus actos son los mejores, buenos y de gran ayuda.
Cada día debemos reconocer lo virtuosa que es una mujer, darle su valor y respeto, no importa el lugar ni la hora, pues bienaventurado es el hombre que encuentra esta mujer que lleva estas cualidades.
¿Quién la hallará? Veamos qué dice la Biblia acerca de dónde podemos encontrar esta joya tan preciada:
Mujer virtuosa, ¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Proverbios 31:10
Es como decía anteriormente en este articulo, la mujer virtuosa es una joya tan preciosa y cara, pues su precio es tan alto, que no alcanzamos llegar a comprarla.
Como hombres que hemos sido premiados por el Señor, debemos cuidar de ella, honrarla y amarla con todo ese amor que Dios ha depositado en nuestros corazones.
Es bien claro lo que nos dice el proverbista: ¿Quién la hallará? O sea, quién encontrará esta mujer de la cual nos habla en los proverbios. La única forma es que Dios nos dé esta enorme bendición porque solo Él sabe lo que nos conviene. Si tienes esta mujer virtuosa de la cual habla la Biblia, entonces da infinitas gracias a Dios y hónrala cada día.
La enseñanza que nos deja este pasaje es de gran valor, pues no se trata únicamente de una descripción de cualidades, sino de una guía para entender cómo debe ser la vida de una mujer que busca honrar al Señor en todo lo que hace. La mujer virtuosa no es perfecta, pero sí es esforzada, llena de fe y ejemplo de integridad en medio de una sociedad que muchas veces promueve lo contrario.
En Proverbios 31, además de resaltar su valor incalculable, se mencionan características muy importantes: ella cuida de su hogar con diligencia, es trabajadora, extiende su mano al necesitado y su boca se abre con sabiduría. Todo esto nos lleva a comprender que la virtud va mucho más allá de lo exterior; es el reflejo de un corazón entregado a Dios.
También es necesario destacar que la mujer virtuosa es un apoyo fundamental para su familia. Ella edifica con sus palabras, fortalece a sus hijos con consejos sabios y respalda a su esposo en las decisiones. La Biblia dice en Proverbios 14:1: “La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba”. Esto nos muestra que en sus manos está la capacidad de dar estabilidad, amor y dirección al hogar.
Por eso, el llamado no es solo para reconocerla, sino también para animar a todas las mujeres a cultivar estas virtudes. La verdadera belleza no se encuentra únicamente en lo físico, sino en un carácter que refleja la gracia de Dios. Tal como enseña 1 Pedro 3:3-4, lo valioso no está en adornos externos, sino en “el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”.
Querido lector, si eres mujer, toma este pasaje como un recordatorio de que Dios te ha dado un rol especial y un valor incomparable. Y si eres hombre, recuerda siempre agradecer a Dios por esa compañera que Él ha puesto en tu vida, y procura honrarla con tus palabras y acciones. El amor, el respeto y la honra deben ser constantes en la vida matrimonial y familiar.
Reflexión final: La mujer virtuosa es un regalo divino, un tesoro que no tiene precio, un ejemplo de amor, fe y fidelidad. Reconocerla, honrarla y agradecer a Dios por su vida es un deber de todo aquel que comprende el valor de este regalo celestial. Así como dice Proverbios, su estima sobrepasa las piedras preciosas, y su testimonio deja huellas imborrables en la vida de quienes la rodean. Que cada día podamos aprender de su ejemplo y vivir agradecidos al Señor por su gracia y por los dones que coloca en nuestras familias.