Hermanos en Cristo Jesús, estad siempre preparados porque sabemos que la venida de nuestro Señor está cerca. ¿Cuándo será? Solo dice que vendrá como ladrón en la noche, y es por esta razón que con más empeño y esfuerzo debemos estar firmes.
Hay algo que también debemos tomar en cuenta, y es sobre aquellos engañadores, aquellos que se autoproclaman ser el que ha de venir, y hoy día muchos les siguen. Es por eso que la misma Biblia nos habla de escudriñar y de tener mucho cuidado, porque si has leído la Palabra, te darás cuenta de que nuestro Señor vendrá en las nubes y todo ojo le verá.
Así como ese gran día se acerca, estad preparados, porque está claro que el ladrón no avisa cuándo va a robar. Por eso nadie se da cuenta y el ladrón hace lo que quiere, pero si todos supieran cuándo el ladrón viene, estarían preparados y el ladrón no podría entrar. De la misma manera, si no estamos preparados para la venida de Cristo, ésta nos tomará por sorpresa y podríamos quedarnos.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.1 Tesalonicenses 5:2-3
Los versículos anteriores profundizan un poco más sobre lo que dijimos anteriormente. El día del Señor tomará a muchos por sorpresa, tanto así que Él puede llegar en un momento en que el mundo sienta que ya no necesita nada y está en completa paz. Será un día en que la humanidad estará entretenida en sus propios afanes, y pocos estarán velando en espíritu. Por eso debemos mantener una vida sobria, vigilante, con los ojos puestos en el cielo, sabiendo que cada promesa del Señor se cumplirá sin falta.
Palabras finales
Amados hermanos, la venida de Cristo no debe causarnos temor, sino esperanza. Es el cumplimiento glorioso de todas las promesas hechas a los que le aman. Sin embargo, no debemos dormirnos espiritualmente ni vivir como si ese día estuviera lejos. La vigilancia constante es la señal de un corazón preparado. Estar preparados no significa simplemente conocer profecías o hablar de los tiempos finales, sino vivir cada día en santidad, reconciliados con Dios, amando a nuestros prójimos y caminando conforme a Su Palabra. Esa es la verdadera preparación que el Señor espera de nosotros.
Recordemos que el cristiano que vela, ora y permanece firme en la fe no será sorprendido. El Señor vendrá como ladrón en la noche solo para los que duermen, pero para los que velan será un amanecer glorioso. Cristo mismo dijo: “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, los halle velando”. Por tanto, no dejemos que las preocupaciones de este mundo apaguen nuestra llama espiritual. Que cada día de nuestra vida sea una oportunidad para acercarnos más a Dios y fortalecer nuestra comunión con Él.
Hermanos, permanezcamos vigilantes, porque el tiempo se acorta. No sabemos la hora ni el momento, pero sí sabemos que Su palabra es fiel y verdadera. Vivamos con esperanza, con gozo y con el anhelo de aquel encuentro glorioso con nuestro Salvador. Y si el Señor decide llamarnos antes, que nos encuentre listos, firmes en la fe, con el corazón limpio y nuestras lámparas encendidas. Porque ciertamente, “el que ha de venir vendrá, y no tardará”.