Para nosotros la venida de Cristo podría ocurrir en cualquier momento, pero hay muchos que aseguran saber el momento aproximado en el que Él vendrá y convencen a otros para esperarlo un día o tiempo en específico.
Hoy hablaremos de un caso nuevo de este tipo y es del pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, quien convenció a sus feligreses de que Cristo ya estaba al llegar a la Tierra y los convenció también de vender todos su bienes y entregarles a él el dinero de las ventas de dichos bienes.
Luego de vender sus pertenencias, los miembros de la iglesia Berea, Isabel López, en corregimiento del Atlántico en Colombia, permanecieron dos semanas refugiados en la casa del pastor esperando la venida de nuestro Amado Señor Jesucristo.
Como ya sabrás, el día de la venida de Jesucristo no ha ocurrido, y estas personas continuaban en la casa del pastor esperando una respuesta, pues éste no aparecía.
El finalmente apareció pero en YouTube, diciendo que él fue malinterpretado y alentó a los seguidores a seguir esperando a Jesucristo. Luego del video de YouTube, no se ha visto más al pastor y no se sabe más nada sobre él.
Jorge Luis Manotas, alcalde de Sabanalarga informó que los los miembros de la iglesia del pastor Ferrer han buscado al pastor a la iglesia y a su casa y no lo encuentran, tampoco contesta llamadas al celular.
Con casos como este es que comprobamos que debemos escudriñar las Escrituras para no ser engañados, pues Ellas mismas declaran:
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mateo 24:36
La Palabra de Dios es clara en advertirnos que nadie tiene el poder de establecer fechas precisas para la segunda venida de Cristo. Sin embargo, a lo largo de la historia han existido hombres y mujeres que han afirmado tener esta revelación y han arrastrado consigo a multitudes que, con un corazón sincero, terminan siendo víctimas de engaños y manipulaciones. Este tipo de sucesos no solo genera decepción espiritual, sino también pérdidas materiales y emocionales para las familias afectadas.
Cuando Jesús habló de su venida, no dejó instrucciones sobre cálculos ni cronogramas, más bien nos pidió estar velando y orando en todo tiempo. Es decir, la verdadera preparación no depende de vender propiedades ni de refugiarnos en un lugar específico, sino de vivir una vida de santidad, amor y obediencia a Dios. El apóstol Pablo también exhortó a la iglesia primitiva a no dejarse llevar por rumores ni por aquellos que aseguraban que el día ya había llegado.
El caso del pastor Ferrer nos recuerda que debemos tener discernimiento espiritual y comprobar todas las enseñanzas con la Biblia. El mismo Señor Jesús advirtió que en los últimos tiempos se levantarían falsos cristos y falsos profetas que engañarían, si fuere posible, aún a los escogidos. Por tanto, no debemos poner nuestra fe en palabras humanas, sino en el fundamento sólido de la Palabra de Dios.
Hoy más que nunca necesitamos fortalecer nuestra relación personal con Cristo, conocer su voz y ser guiados por el Espíritu Santo. Cuando conocemos la verdad, es más difícil que caigamos en el error. Los engaños siempre existirán, pero la luz de la Escritura disipa toda mentira. Por eso es fundamental que los creyentes no se dejen llevar por emociones momentáneas ni por líderes que buscan aprovecharse de la fe sincera de las personas.
Además, este acontecimiento debe servirnos como una alerta: no todo el que predica lo hace movido por el amor a Dios y a las almas. Algunos tienen intereses económicos o personales y utilizan el nombre de Cristo para enriquecerse. El apóstol Pedro lo describió en sus cartas cuando habló de falsos maestros que, con palabras fingidas, se aprovecharían de los demás. Lamentablemente, estas realidades continúan manifestándose en nuestros días.
Reflexión final
Querido lector, la venida de Cristo es una esperanza gloriosa que no debemos perder de vista, pero tampoco debemos permitir que el engaño nos robe la paz ni nos lleve a decisiones equivocadas. La Biblia nos manda a estar preparados en todo momento, a vivir como si hoy mismo fuera el día del regreso del Señor, pero sin caer en el error de confiar en hombres que aseguran lo que solo el Padre celestial sabe. Caminemos firmes en la fe, estudiemos las Escrituras y mantengamos nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe. Así, cuando Él venga, nos encontrará fieles y firmes en su verdad.